domingo, 25 de noviembre de 2012

¿EL DIOS DE LOS JUDEO-CRISTIANOS ES UN MERO NARCISISTA?

"No puedo creer en un dios que quiera ser alabado todo el tiempo." Friedrich Nietzsche.


Por Armando Almánzar-Botello


A propósito de la frase del gran pensador alemán, debemos recordar que todo rito —cristiano o no si bien es periódico, no es continuo, es temporalmente medido, finito, circunscrito a una temporalidad regulada y a lugares específicos definidos por los correspondientes protocolos de lo sagrado. 

Además, desde el punto de vista cristiano, a Dios también se le alaba, se le adora, con nuestro permanente servicio y socorro al prójimo en sus diversas necesidades y circunstancias. 

Establecidas las premisas anteriores, debemos decir también que aquí no se discute la existencia o no existencia de Dios: tema banal, filosóficamente hablando: La creencia en Dios es un hecho de "admisión" situado más allá de lo demostrable, más allá del mero "asentimiento intelectual" (como nos recuerda el genial filósofo español Xavier Zubiri). Es un acto imponderable de fe en la persona del testigo, más que en la presunta "objetividad" del testimonio.

Nietzsche discutió y problematizó el tema de la modalidad abrahámico-judaica de “lo divino”, del poder “degenerativo” y decadente del sacerdote y la moral judeo-cristiana canónica, representada ésta, según el pensador alemán, más que por la figura misma de Jesús, por el “tshandala” Pablo de Tarso, paradigma del resentimiento y del espíritu de venganza contra la vida y lo verdaderamente “aristocrático” de la inmanencia, rasgos que definen al hombre inferior, según Nietzsche, y que son característicos del monoteísmo judío y de otras concepciones místicas vitalmente empobrecidas.

Niestzsche contrasta esa visión judía decadente, a la que considera mero nihilismo negativo, con una voluntad “aristocrática” de la afirmación vital dionística como recuperación ética y estética de ciertos valores del mundo greco-latino pagano.

Valga la digresión aparente.

Retomando el tema de la alabanza a Dios debemos resaltar que dicha prueba de amor a lo Alto, en un contexto ontológico-litúrgico cuyas aristas más sutiles pueden escapar y escapan habitualmente a la percepción consciente de la persona misma del creyente o piadoso, no es el simple reconocimiento servil de una "Entidad Trascendental", de un "Ego Divino", de “una Fuerza metafísica unívoca” o de una "Instancia Creadora Suprema", sino también un acto Fundacional Reiterado.

Por medio de la alabanza (repito: no permanente sino ritualizada, medida, calendarizada), el “Pensamiento Mitopoiético Originario”, fundador de lo Sagrado posteriormente canónico, restablece la trascendencia “objetiva” de "lo divino", la garantiza, la reasegura; reinstala una cierta “versión de lo divino” como poder trascendente en el seno tranquilizador del rito.

Son, además, rituales cuasi-apotropaicos (de apaciguamiento) de la dimensión terrible y enigmática que eventualmente pueden revestir algunas divinidades, no exclusivamente el “Dios único” (Señor Dios de los Ejércitos) característico del contexto monoteísta judaico, islámico o cristiano, es decir: abrahámico.

La función de apaciguamiento puede recibir y manifestar un “plus” de intensidad represiva en el contexto dogmático y fundamentalista de ciertos monoteísmos que mediante el recurso de la adoración fuertemente ritualizada se protegen del “retorno de lo reprimido” que amenazaría como vuelta al politeísmo, a la multiplicidad de otras epifanías o concreciones de lo sagrado-divino.

Por esa razón, psicólogos, psicoanalistas, sociólogos y antropólogos de lo sagrado, establecen una correlación probable, válida para ambientes profundamente dogmáticos, entre ritos hipertrofiados de “adoración” (latría) y “veneración” (dulía), por un lado, y, por el otro, mecanismos de defensa obsesivo-compulsivos para la  conjuración de un super-yo represivo, acompañados, eventualmente, de "pasos al acto" de naturaleza asesina y/o autodestructiva, de acuerdo con cierta nosografía psiquiátrico-dinámica.

A esa dimensión del monoteísmo caricaturizado, apunta Nietzsche con su famosa frase de mero valor retórico-polémico más que de rigor onto-filosófico.

El mismo Nietzsche, en sus descripciones de la “inspiración poética” y del “Eterno Retorno”, participa del juego “sacralización-desacralización”, aunque lo hace, desde un punto de apreciación-valoración pluralista, irónico-lúdico, no monoteísta ni dogmático, en apariencia.

Nietzsche sustituye la liturgia ascensional y catártica propia de la onto-teología, por aquellos valores 
que nos recuerda Gilles Deleuze

Referidos a Zarathustra, la risa, el juego, la danza, son los poderes afirmativos de la transmutación: la danza transmuta lo pesado en ligero; la risa los sufrimientos en alegría; el juego de lanzar (los dados), lo bajo en lo alto. Pero referidos a Dionysos, la risa, la danza, el juego, son los poderes afirmativos de reflexión y de desarrollo. La danza afirma el devenir y el ser del devenir; la risa, las carcajadas, afirman lo múltiple y lo uno de lo múltiple [univocidad del ser]; el juego afirma el azar y la necesidad del azar.

© Armando Almánzar-Botello
Santo Domingo, República Dominicana.

sábado, 24 de noviembre de 2012

Chopos en invierno americano...

"[...] Un sauce de cristal, un chopo de agua, /
un alto surtidor que el viento arquea, /
un árbol bien plantado mas danzante [...]" 
Octavio Paz. Piedra de sol (Fragmento).


"Remember The Alamo!"



Por Armando Almánzar-Botello



1

El chopo es chopo...
aunque alado el copo de nieve...
lo desmienta...

2

Un álamo es un álamo...
aunque sórdida,
la copa de la sombra lo pervierta...

3

La prosodia de la sangre no es un juego:
el que piensa en olvidarla...
¡es hombre muerto!




© Armando Almánzar-Botello.
Santo Domingo, República Dominicana.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

YO “OPINO”: ¡Sí, creo en la comunicación como vínculo social!

Julia Kristeva

Por Armando Almánzar-Botello

A Rossanna Wagenaar, 
con admiración y afecto.


El lenguaje produce originariamente pensamiento, aunque éste no se presente desde el principio de la operatividad significante bajo la forma de pensamiento lógico-identitario y predicativo.

El lenguaje es una productividad en marcha que se inicia con la generación de "sinsentido". Sobre dicho "sinsentido", producido por la red pulsional de los fonemas no semantizados —“sinsentido” a entender no como ausencia de sentido sino como exceso no regulado de sentido—, se edifica la “intención significativa” cerrada, comunicativa, compartida, que hace vínculo social.

Julia Kristeva, filósofa especialista en lingüística y en psicoanálisis, desde la perspectiva de lo que podría entenderse como su primera obra magna, su tesis titulada La Révolution Du Langage Poétique: L'avant-Garde À La Fin Du XIXe Siècle, Lautréamont Et Mallarmé. Paris. Éditions du Seuil, 1974 (La revolución del lenguaje poético. La vanguardia a finales del siglo XIX: Lautréamont y Mallarmé), consideraba que antes del funcionamiento de lo "Simbólico" comunicativo (ésta es su terminología), basado en el signo, en la sintaxis y en la transmisión de significaciones abstractas y denotaciones estables, opera, como una “anterioridad cronológica y sincrónicamente transversal al signo”, a la denotación y a dicha sintaxis, una productividad "Semiótica” (Kristeva la relaciona con el concepto platónico de “chora” o matriz) vinculada con el ritmo, la prosodia, el juego de palabras, la risa, la glosolalia (vocalizaciones sin sentido preciso, específico, pero cargadas de intensidades pulsionales inconscientes y de afectos).

Kristeva establece que lo “simbólico comunicativo” no es un origen, sino que es más bien el efecto de un “proceso semiótico de producción” anterior al sentido regulado como significación transmisible, comunicable a través de un discurso normalizado por la sintaxis y por una cierta univocidad semántica.

De modo pues que el proceso significante comporta, en su realización compleja, la conjunción de una productividad semiótica no mensurable (dimensión del pensamiento no-identitario previo a la comunicación), y la dimensión de las significaciones cerradas, intencionales, que hacen vínculo social.

No obstante, esta complejidad o tensión dialéctica entre lo “semiótico” y lo “simbólico”, entre lo no idéntico y aquello regulado por la lógica de la identidad, es algo irreductible: siempre decimos, aunque haya comunicación basada en la dimensión identitaria del significado, “más de lo que creemos decir", menos de lo que espera el receptor de nuestro mensaje, otra cosa distinta a lo que nuestra intencionalidad significativa cree “expresar”, etc. 

Esa polivalencia conflictiva es parte de la comunicación cotidiana, ordinaria, llena de inevitables malentendidos, que precisamente el discurso científico, como tal, intenta reducir o eliminar... sin lograrlo plenamente jamás.

Lo que sí debe entenderse con "toda" claridad, dentro de lo posible, es que pensar estos problemas no es lo mismo que leer el periódico con las novedades del día o ver el noticiero por televisión.

¡Existen lenguajes especializados! No todos podemos “comprender”, sin previa formación en un área específica, un mensaje determinado y/o culpar al emisor de dicho mensaje por nuestra eventual incapacidad para entender el asunto.

No todo el mundo desempeña el papel de divulgador-simplificador de problemas. Pero tampoco nuestra capacidad de entendimiento es la medida universal de todo lo que se puede pensar críticamente más allá de la mera opinión. Se requiere, para saber por “dónde va la pelota” en un determinado contexto conceptual, de un esfuerzo de comprensión aplicado sobre una masa crítica y ordenada de conocimientos previos.

Como decía, más o menos, Albert Einstein cuando los periodistas le pedían una explicación “rápida y didáctica” de la Teoría de la Relatividad: Si puedo hacer que personas sin formación en filosofía, cosmología, matemáticas superiores, cálculo tensorial, lógica simbólica, y sin conocimientos del estado actual de la ciencia física, "comprendan" la teoría de la relatividad, eso que “comprenderían”, ¡ya no sería la teoría de la relatividad!

¡Y sí, creo en la comunicación como vínculo social!




© Armando Almánzar-Botello
Santo Domingo, República Dominicana.

martes, 20 de noviembre de 2012

LLAMADAS MISTERIOSAS.

"¿Quién es quién si hace teatro?" A.A.B.



Por Armando Almánzar-Botello



He recibido en mi casa varias llamadas telefónicas, en las que percibo una voz anónima extrañamente velada, con aristas virulentas que me amenazan de muerte...

Después de proferida la intimidación tremenda, sólo escucho simplemente un rumor sin sentido, que me recuerda al Congreso y su pésima poesía... a una turbulenta y onírica manifestación callejera...

Y de inmediato, un "clic" sigiloso: ¡cortan la comunicación!...

"C'est la mort — ou la morte... Ô délice! ô tourment!"

¿Será hembra la criatura... o secretamente macho?... 

"Ô délice! ô tourment!"

¿Aviso a la Policía o compro un nuevo perfume? 

¿Acepto la nueva propuesta de tarjetitas de crédito y contrato a un Detective Privado con política precaución?

¡Oh Delicia, oh tormento!

¿Será macho, será hembra mi acústica criatura?... 

¿Existe la Democracia en este país de peligros,
donde la Ley es un Juego secuestrado en un Salón?

Sin la menor duda lo afirmo: ¡la Locura es inmortal!

¡Que viva la Lucidez!
¡Que viva la Incertidumbre!




© Armando Almánzar-Botello
Santo Domingo, República Dominicana

viernes, 16 de noviembre de 2012

¡JO!

"Se hace necesario profundizar la reflexión crítica más allá del simple, astuto, cínico, y en ocasiones pueril oportunismo de ciertos grupos o segmentos de clase "vive bien en el crucero de la temporada", a los que nunca les ha importado un "pito" el destino real del pueblo dominicano en su conjunto, y que ahora simulan hablar en su nombre porque las circunstancias les obligan a regular los protocolos de "chupar la teta estatal" y sus beneficios e incentivos, para tragar también un poco de su leche fiscal. En ese turbio contexto, donde se mezclan cínicamente mansos y cimarrones, el interés y la frustrada vocación de rapiña cohabitan obscenamente con la trivialidad visceral de los insultos y la real desesperación de un pueblo llano todavía ausente en la manifestación de sus más legítimos reclamos. Entiendo que no se debe renunciar a la calidad del compromiso profundo con la práctica política transformativa. Pero hay que redefinir con más seriedad la naturaleza, los actores, los contextos y deslindes de la lucha." Armando Almánzar-Botello.



Por Armando Almánzar-Botello



Algunos “tontitos epistémicos”, con más de “micos” y “despiste” histórico-intelectual que de verdadera “episteme” y alpiste crítico, —criaturas que son “en el fondo”, pese a su burdo intento de “tigueraje pseudo-reflexivo”, verdaderos “gallitos locos” y pragmáticos “busca vida”—, creen que, con su escasa formación intelectiva (¡claro: una injusticia!), su débil pulsión epistemofílica y la “cota vital inmatura” desde la cual emiten sus banales y epidérmicos juicios cibernético-vernáculos, ¡jo!, están agotando la “medida de lo posible conceptual-humanístico” y precipitando la llegada del “Hombre Nuevo”. 

Citan en sus “lienzos”, aplicadamente, a “picto-periodistas” de quinta categoría “súcuba”, como si estuvieran haciendo referencias a grandes teóricos o estrategas de la “picto-política” y la “vita nuova” socio-cultural, y se creen muy originales por el hecho simple de ignorar que eso que “pintan” tan orondamente como “propio”, no es más que el mero dibujito empobrecido, descolorido, “grado xerox en la teoría plástica”, de los trazos grandiosos de un Giotto di Bondone, un Raffaello Sanzio, un Tiziano Vecellio y/o un Pablo Picasso, verdaderos genios creadores que resultan lamentablemente desconocidos en su obra estético-política efectivamente transformadora por aquellos arrogantes “sujetitos-pictóricos-pintorescos” de marras... ¿Postvanguardistas?... ¡Jo!

Estos “inquietos” picto-pelafustanes, padecen la ceguera fatal que provoca en las canquiñas el tener por maestros de “esculto-pintura” a pésimos merengueros disfrazados de compositores líricos y/o sinfónicos, y el tratar de “picotear sapiencia contumaz” desplazándose, fundamentalmente, en el reino fragmentario de la Realidad Virtual (RV), vicio que anula el “pathos” de las distancias y las auténticas jerarquías del espíritu para traer como “retorno de lo reprimido” las movilizaciones acéfalas —y en ocasiones, simplemente canallas— que hace ya 723 años y medio se produjeron en el reino político de una cierta roñosa y/o maquillada materialidad física pseudo-turbulenta, usurpadora de las legítimas instancias. ¡Y después pretenden un título “nobiliario”! ¡Jo!

A esos presumidos “tunantitos” del ejercicio pseudo-libertario y de las artes liberales “google-babelizadas” (pese a sus afeites, vestiditos, pullover sweaters y otras malas artes de circo pletóricas de simulaciones), les recuerdo las palabras de nuestro insigne humanista Don Pedro Henríquez Ureña cuando cuestionaba la falsa originalidad de los "pelafustanes":

«¿Dónde, pues, comienza el mal de la imitación?
Cualquier literatura se nutre de influjos extranjeros, de imitaciones y hasta de robos: no por eso será menos original. La falta de carácter, de sabor genuino, no viene de exceso de cultura, COMO FINGEN CREER LOS PEREZOSOS, ni siquiera de la franca apropiación de tesoros extraños: hombres de originalidad máxima saquean con descaro la labor ajena y la transforman con breves toques de pincel.

PERO EL CASO ES GRAVE CUANDO LA TRANSFORMACIÓN NO SE CUMPLE, CUANDO LA IMITACIÓN SE QUEDA EN IMITACIÓN.

Nuestro pecado, en América, no es la imitación sistemática —que no daña a Catulo ni a Virgilio, a Corneille ni a Molière—, sino la imitación difusa, signo de la literatura de aficionados, DE HOMBRES QUE NO PADECEN ANSIA DE CREACIÓN ; las legiones de pequeños poetas [y de pseudoteórico-prácticos] adoptan y repiten indefinidamente en versos [y en banales ideologemas] incoloros, “el estilo de la época”, los lugares comunes del momento.
» Pedro Henríquez Ureña.



© Armando Almánzar-Botello.
Santo Domingo, República Dominicana.

sábado, 3 de noviembre de 2012

LA FAMILIA EN CRISIS

Modulaciones oníricas de la Utopía

"Pienso en familias donde habría no solamente dos o tres madres, sin contar los padres [o las suplencias sinthomáticas del padre], sino en familias compuestas de 3 + n padres. Eso ya existe. Y actúa, además, en el inconsciente de las familias más "formales". Si se toma seriamente en cuenta la complejidad ya efectiva de las relaciones parentales en las sociedades occidentales, se tiene una primera idea de la futura madeja." Jacques Derrida

         Portada del libro de Donna Haraway "Simians, Cyborgs and Women".


Por Armando Almánzar-Botello


A Jacques Lacan, in memoriam.
A Élisabeth Roudinesco.
A Narciso Isa Conde.





El nombre-del-padre, la función paterna y la metáfora disyuntiva-conjuntiva, elementos reguladores que operan en el seno de la familia como instancias del lógos separador-vinculador en su carácter de principio tradicional de autoridad en las sociedades androcéntricas occidentales (E. Roudinesco), han sido violentamente erosionados —proceso que se acelera a partir de una cierta etapa de la modernidad o postmodernidad—, por una racionalidad económica y cognitivo-instrumental que sólo reconoce como única o básica garantía del lazo social, del vínculo cultural o del nexo de convivencia, al poder económico hipostasiado, absolutizado, voluntarista, y al dominio tecno-científico manipulador. ¿Adiós a Papá? 

Paradójicamente, sólo pensamientos polivalentes y complejos, alertados por el psicoanálisis freudo-lacaniano y por el marxismo, orientaciones tradicionalmente ligadas al llamado "sesgo falogocéntrico", pueden ofrecer las más afinadas capturas conceptuales de la mencionada crisis parental del androcentrismo y de las mutaciones que ya se perfilan en las estructuras familiares propias del mundo capitalista de Occidente.   

Un catastrófico proceso de tribalización galopante y de promoción de lo que Jean Baudrillard denominaba “androginia metastásica”, se confunde con las llamadas Leyes del Mercado y con la crisis de las estructuras de parentesco.

El riesgo, la peligrosidad de esta crisis, como bien lo señala Élisabeth Roudinesco, se puede medir en el esfuerzo desesperado de ciertos sectores por restaurar una figura super-yoica y perversa de "dios-padre", mediante el abocamiento a una nueva forma de tiranía que pretende rehabilitar viejos fantasmas dictatoriales, autoritarios y feroces. Paradójico intento de salvarnos del caos mediante un retorno supuestamente apotropaico y talismánico de lo monstruoso reprimido, que vuelve, sigilosamente, transmutado en presunta instancia benéfica, salutífera y salvífica, convertido en aparente amuleto para exorcizar el desastre y salvar al orden social de su disolución.

Aclaramos que este fantasma del “padre-salvador” que retorna, es un complemento perfecto de la estructura criminal del biopoder mítico y de la crisis misma que se pretende conjurar con una apelación desesperada al viejo autoritarismo.

De hecho, para superar en profundidad esta crisis se requiere de una nueva estructura familiar, permeada y regulada por una racionalidad activa que deje lugar a la desnudez del Acontecimiento, a la posibilidad “sanadora”, benéfica, de la “co-apropiación y la trans-apropiación” (Ereignis: Heidegger).

El nuevo espacio familiar que germina hoy sobre las deterioradas instituciones patriarcales (viejas familias en crisis, ejército, iglesia, partidos políticos tradicionales, etc.), permitiría, quizá, el encuentro efectivo con lo heterogéneo, el diálogo con la diferencia y el posible respeto positivo a la radical alteridad del otro. Se esperan, en un escenario de profundas transformaciones antropológicas, nuevas suplencias estabilizantes y sublimaciones sinthomáticas de los nombres-del-padre...

A través de una Verwindung-Andenken, pensar-actuar-rememorante, superador del Ge-Stell, entendido este último como estructura de imposición o dominación tecnológica (Heidegger), se prefigura el espacio de una nueva socialidad efectivamente dialógica en el horizonte de lo que Jacques Derrida concibe como “la democracia por venir”.

Derrida nos dice que, si bien la familia no es a-histórica, es una estructura matricial transhistórica que varía en su dinámica, su política y su estructura, pero conservando siempre cierta capacidad de producción/aniquilación de subjetividad. 

Considera Derrida que frente a la presente decadencia del modelo familiar nuclear burgués, y con las posibilidades que ofrecen en su ambigüedad problemática las mismas tecnociencias (la genética molecular, la genómica, etc.), debemos entender como algo inevitable el abrirse a nuevas estructuras parentales, por lo demás, ya en curso de articulación localizada, con los pro y los contra que dicha apertura conlleva (Donna Haraway).

Esa inédita bisagra simbólica de una familia redefinida y reorientada en sus estrategias (É. Roudinesco, D. Haraway), operando como espacio simultáneamente conjuntivo y disyuntivo entre lo micro y lo macro político y social, debería promover la multiplicidad, el lazo trans-binario entre las partes y la dimensión creativa, democrática y multiforme de sus mecanismos de regulación, de sus instancias de “auto-eco-organización” (E. Morin).

Ello vendría a sustituir la lógica destructiva de la simple “apropiación” capitalista que aplasta y sumerge a la “otredad” en el agujero negro de la misma estructura familiar en crisis, o que sólo reconoce y “respeta” en ese “otro” su poder adquisitivo en el seno de las relaciones de producción-distribución-consumo, su capacidad funcional de control y eficacia en el contexto de los poderes establecidos, su mera obediencia o subordinación a los poderes fácticos más mercuriales y ligados a la más cruda conveniencia economicista.

La familia, como aparato ideológico del Estado Capitalista en crisis, se manifiesta como una simple y perversa micro-empresa de promoción de la competencia, del mero cálculo de conveniencia entendido como prosecución prostitutiva de las estrategias de beneficio egoísta, y en muchas ocasiones, de simple goce retorcido y éticamente ilícito.

La ética no se reduce a la moral espuria de la conveniencia digitígrada.

La familia mutilada, tribalizada y pervertida por el biopoder capitalista, ha devenido desde hace largos años en espacio que fomenta la rivalidad y los celos (M. Foucault, D. Cooper, R. D. Laing, A. Esterson), el aprovechamiento ciegamente pragmático de la llamada “educación-formación-cultura”, e incita al consumo voraz de los diversos objetos del mundo entendidos en clave mercantil, hedonista y escaladora.

Las diversas instituciones del sistema capitalista "senil", patológico, inhumano, constituyen, en mayor o menor grado y en sus protocolos internos de funcionamiento (como bien lo demostró en el pasado Siglo XX la psico-higiene y la psicología institucional de un José Bleger, por ejemplo), espacios proyectivos en los cuales los diversos sujetos-agentes efectúan procesos de producción y reparación simbólica de objetos y daños imaginarios, muchas veces vacíos de real significación macro-social y de genuino valor para acrecentar las intensidades vitales de los sujetos.

Allí, repetimos, en este campo institucional atroz, los sujetos actúan mecanismos de reparación fantasmática de lesiones psico-sociales y se proponen la adquisición de supuestas insignias ideales de poder en un territorio de violencia obtusa e improductiva y de obsolescencia programada, cuya única finalidad es garantizar la permanencia del Orden más injusto y antidemocrático productor de falsa alegría afirmativa, meros valores reactivos, tristeza y sufrimiento generalizados (J. Lacan, J. A. Miller).

No está demás recordar que dicho contexto institucional de ideología pseudo-familiarista extendida, de privilegios y grupismos-favoritismos, opera hoy como "territorialidad perversa y arcaica del artificio" (G. Deleuze) al servicio del gran capital financiero.

En dicho recinto “familiarista” estallado se exalta, con más fuerza que nunca, la grotesca y descarnada lucha por la vida en una “atmósfera difusa de odio renegado” y asignación caprichosa de roles, máscaras y papeles en función de los intereses del Poder más inicuo, mentiroso y genocida.

Los “bienes” que promueve la “familia-empresa” patológica tardo-moderna, coinciden con la más trivial bisutería del Mercado, la misma que garantiza a los agentes de la Bolsa Cultural, cuyo Padre Ideal es Don Negocio, la “mascarada del goce” y del estatus en su vacua mostración de falsa cura.

La ausencia de genuina solidaridad, promovida estructuralmente por el sistema y sus agentes del poder político-económico, se tapona con un cinismo polimorfo y sus descaros múltiples, con el disimulo minucioso y mezquino de los motivos egotistas, “humaniteros” y pseudo-filantrópicos de la acción, y con el fetichismo tecnológico pueril que coloca al gadget informático (junto al animal fetichizado y pseudo-protegido en sus derechos) en el lugar de “partner ideal” y gran Otro sin fisuras.

A esto se suma la vocación de gasto suntuario y de consumo conspicuo (T. B. Veblen) promovida por el aparato familiar para intentar la compensación artificial e inauténtica de las más profundas minusvalías y resentimientos psico-sociales del sujeto (A. Adler), mas no para contribuir a su liberación en un nuevo proyecto convivencial   (I. Illich) que permita, a través de un contrato de equidad y justicia social, la satisfacción de sus diversas e históricas necesidades concretas.

La familia tradicional decadente —lo que de ella queda en el mundo occidental—, castiga a sus miembros cuando se apartan de esos mandatos super-yoicos del “¡goza!” fálico, del “principio de placer-principio de realidad”, verdaderos “imperativos hipotéticos”, cada vez más explícitos, de productividad como dominio, de eficiencia mercurial, de maximización de beneficios y reducción de los conflictos al “cero nirvánico” en nombre de la mayor de las violencias: la destrucción del sujeto simultáneamente único, múltiple, conflictivo-creativo, pensante, contradictorio y actuante.

La maquinaria familiar, estructuralmente hablando (sin dudas que hay excepciones a esta norma), es hoy por hoy un simple negocio o contrato fraudulento regido por las leyes del Mercado y la ignominia política oportunista.

Las auténticas y necesarias jerarquías que deben existir en las estructuras familiares e institucionales, determinadas por criterios válidos de madurez cognitivo-afectiva integral y por auténtica “experiencia creativa” de sus miembros, por un capital simbólico adquirido con real esfuerzo, metabolizado y diferenciado al ritmo de una genuina asimilación y cuyos contenidos y beneficios se desean transferir por vías pluralistas, democráticas, no sometidas a la mera violencia espectacular, pragmático-egotista o simplemente mercantil, ceden ahora su lugar al establecimiento de jerarquías espurias, no basadas en la equidad, en la igualdad de oportunidades, en la justicia o en la multiplicidad convivencial, sino sustentadas en el mismo poder económico fanfarrón e hipostasiado que oprime a lo múltiple en el seno de la dimensión macroscópica de cierto Contrato Social.

Este espacio capitalista perverso de interacción y "sujetación" se descubre subordinado en última instancia a las reglas del capital glocal militar-financiero, con vocación de convertirse en Amo absoluto de la realidad planetaria criminalmente homogeneizada en su pseudo-diferenciación espectacular.

Debemos resaltar el hecho de que lo apuntado anteriormente sobre la decadencia de una cierta manifestación histórica de la familia y de las estructuras sociales con las que ella guarda una relación compleja "endo-exo-causal", no constituye un simple problema moral sino una problemática de amplitud antropológica, de magnitud histórica, económico-política, jurídica, psicológica, que debe ser analizada y enfrentada sociedad por sociedad, sin que esto excluya las alianzas coyunturales transversales y/o transvernáculas entre las llamadas fuerzas emergentes de vocación pluralista y radicalmente transformadora que se manifiestan biopolíticamente en el seno de las poblaciones (G. Deleuze. M. Foucault, G. Agamben).

El problema señalado no se enfrenta con una simple apelación a las buenas costumbres. No es asunto de un retorno a la supuesta dignidad folclórica de nuestros abuelos. Implica una multiplicidad de luchas que podrían expandirse desde la práctica programática de la desobediencia civil hasta la toma del poder y control efectivo de ciertos estamentos sensibles del Estado y de la Sociedad Civil Popular, con miras a la transformación profunda de las estructuras simbólicas, tecno-científicas, socio-económicas y jurídico-políticas que co-determinan la crisis de las estructuras familiares del capitalismo y sus valores nihilistas reactivos…

Como hemos repetido en otros contextos de nuestras modestas reflexiones, se hace necesario un combate político que abarque un doble registro. Por un lado: la lucha popular, descentralizadora, de cara a la comunidad local y global, una lucha que intente construir una cierta neo-autonomía relativa desde abajo, sustentable, abierta a múltiples formas de propiedad y gestión de los capitales económico, social y simbólico, y, por el otro: una lucha por redefinir el papel del Estado, por pensar u orientar sus vínculos con el funcionamiento ya efectivo de nuevas configuraciones familiares y macro-sociales, en un proceso de profunda renovación de las políticas públicas y privadas, orientado por la búsqueda de inéditas relaciones de producción.


2003




© Armando Almánzar-Botello
Santo Domingo, República Dominicana.

jueves, 25 de octubre de 2012

Platera y yo… paródico payaso


Nuestro éxtasis aguarda su Bernini.


Por Armando Almánzar-Botello 


A Pierre Klossowski
A Mijail Bajtín



Su vulva era pequeña, peluda, suave; tan blanda por fuera —por lo afable y grueso de sus labios—, que al rozar con su misterio la bulimia de mi boca patafísica, parecía toda de algodón oscuro, que no llevaba odios, ni tampoco mucho menos la verdad final del hueso.

¡Oh diagrama polifónico! ¡Música!

Sólo su clítoris erguido de azabache, con sabor a piña jugosa y a caimito fresco, era duro, duro y sutil, casi agridulce, cual una verdad irrebatible, inmensa... o un grafema titilante para el goce, pequeño trozo de astro sacudido, flor de lúcido pistilo vehemente, para mi honda y tenebrosa perdición sin tiempo. 

La dejé un día suelta... y se me perdió en el prado... 

Le gustaban las caricias mandarinas, las uvas y las letras y los besos moscateles... Era mágica su luz bajo la luna… 

Persiste limpia y entreabierta en mi memoria, con su desnuda, profunda, radiante y pensativa gotita de miel…  

¡Nada tiene que ver con el amigo Silvio! 

¡Ya no la busco! Sencillamente la he perdido… 



Septiembre del 2010

© Armando Almánzar-Botello
Santo Domingo, República Dominicana.

martes, 23 de octubre de 2012

¡NO, AL MANIDO SONSONETE!

Excitado por esta afirmación el Papa abre las esclusas de su memoria. Los gobiernos tiemblan. Se intercambian mensajes sagaces. Los sismólogos arrepentidos oran para que se inicie la era de las catástrofes.” Aldo Pellegrini.

                       Francis Bacon. Figuras en movimiento, 1976                

Por Armando Almánzar-Botello 


¡No y no al manido sonsonete! No y no al trivial categorema frígido del texto aleteando metafísica en lo alto, sin testículos ni vulva. 

¡No a la desplumada cotorra existencial, tan ontológica!

Mas no también a ese lirismo melodioso con su rancia dulzura de trapiche complaciente.

¡No y no al manido sonsonete! ¡No! 

¡No y no a la escolástica del verso y el bagazo! ¡No al compromiso de bocina petulante y no al bien trinar! 

¡Perdón os pido, inicuos! Mas digo ahora ¡no! a la madre-simulacro, al terruño glorioso infanticida.

¡No y no a la obesa poesía de salón para señoras y menudos perritos con bufandas! ¡Tan tan torpes, lujuriosas y opulentas unas; tan tan fálico-menudos los otros con sus versos! 

Poli-negociada picardía sus alianzas en clave mercantil y fiduciaria. ¡No! 

Y lo único bueno que nos llega de su pacto bien podría ser la zoofilia: elevado el animal a la estatura de consorte…

Así, maravillosa historia —¡oh, Vladimir Propp!—, poco a poco en la poética irrumpe sin pudor el cuerno místico: dictadura de la carne con respaldo popular... ¡Turpicula res!

El poema impuro en prosa: asunto de auténtica libido talismánica y genuin@s poetas floreciendo sin alarde…

Lo sublime monstruoso del instante neo-roto: realismo a la medida de lo incierto y lo (im)posible.

Atrapar ahora en este mundo su reverso inabordable de otro mundo...

¡Que Dios bendiga vuestro reino amable!




Febrero del 2010
(Texto retocado).

© Armando Almánzar-Botello.
Santo Domingo, República Dominicana.

lunes, 15 de octubre de 2012

AGENCIAMIENTO DELEUZIANO

"El animal deviene otra cosa, no por filiación o genealogía sino por alianza, por transversalidad, por simbiosis. El perro doméstico padece una suerte de ‘nostalgia’ de lo humano. Es un animal ‘nostálgico de hombre’ que vive aquello que se ha denominado, metafóricamente: la melancolía extática de los perros." A.A.B.


Por Armando Almánzar-Botello 


Sabemos que para Gilles Deleuze, el Agenciamiento es una suerte de co-funcionamiento simpático de lo heterogéneo, de lo disímil, de lo dispar: una síntesis disyuntiva de lo múltiple.

Dicho Agenciamiento no es una coincidentia oppositorum: mera simplicidad puntual de una pura presencia domeñada, sofrenada, localizada. No es gélida distancia entre los opuestos ni proximidad fusional que los confundiría; ni lejanía ni tampoco identificación. Es más bien el descubrir, producir y operar en la dimensión generativa del "entre", en el plano atópico, "éxtimo", como dice Lacan, en el que se comunican lo interior y lo exterior, en el que un espacio potencial se constituye 
para un "Se" impersonal, pre-individual, en "hacer con", en "producir con", en "escribir con", en "devenir con"...

El Agenciamiento como simpatía, simbiosis y juego proliferante, guarda relación, tal vez, con el Tao, con el absorto punto inútil de la neutralidad impasible que abre las puertas de toda posibilidad, que inaugura la serie rizomática de los acontecimientos-sentidos cuya univocidad de ser escribimos como Acontecimiento.



© Armando Almánzar-Botello. 
Santo Domingo, República Dominicana.



DELEUZIANA II. Degas y la Potencia.


El significado profundo de la palabra POTENCIA (niveles de intensidad o grados de fuerza en la "univocidad del ser"), lo intuyó y plasmó en sus lienzos el gran pintor francés Edgar Degas.

En muchos de los maravillosos cuadros de su autoría
bailarinas y gimnastas, poderosas y gráciles figuras vestidas o desnudas, se desgarran bellamente con un simple gesto los contornos, los confines y barandas de lo inmóvil. 

Si toda interpretación es "violencia sobre la obra estética", "mala-lectura" que nos aproxima a una cierta dimensión de la verdad latente que arrebatamos al objeto artístico en el acto de su desciframiento, observemos en una de las pinturas prodigiosas del gran Degas la cabeza turbulenta de un equino de carreras al galope. 

El ímpetu del caballo revela ecos, condensaciones y contrapuntos visuales perfectos en su indeterminación pictórica de fuerzas, entre un rizado, blanco y vertiginoso humo, configurado por aquello que parecería el resoplido vital y maquínico del animal galopando exuberante; la humareda producida por la quema de malezas previa a las labores de siembra, y el vapor de una locomotora que se insinúa, desplazándose al fondo del paisaje campestre, hiriendo el territorio plástico ardido por una inestable y vigorosa composición... 

En esta obra se perciben las líneas de ataque o de fuga en tensión con los límites, con los bordes “parergonales” de la pintura, con el remanso energético de la presencia, con el marco, estable, asegurador y cuestionado de lo posible, circunscrito en la zona derecha del cuadro al registro burgués de lo verosímil…

Y vale aquí la digresión aparente. Al margen de las semejanzas de morfología y especie, hombres como Shakespeare, Goethe, Nietzsche o el mismo Degas, en un juego de intensidades puras o de afectos spinozianos violentos, guardan literalmente mayor relación de agenciamiento, simbiosis y adyacencia con un caballo de carrera, con una veloz locomotora, con una vertiginosa bailarina que salta graciosa, con un cohete interestelar, con un tigre o con el ímpetu dionisíaco del viento entre las hojas, que con el tipo humano ordinario que carga sin garbo ni arte genuino, el peso banal y programático de su mero existir inconsciente, vocinglero, satisfecho.



Copyright 2008 © Armando Almánzar-Botello. 
Santo Domingo, República Dominicana. 

                                       Edgar Degas. En las carreras. 1879.


viernes, 12 de octubre de 2012

BARUCH

"Samuel Beckett: Nadie de la Nada"
Richard Ellman

"¡Musulmán, otro crustáceo!
Alexis Gómez-Rosa

                                            Baruch Spinoza (1632-1677)

Por Armando Almánzar-Botello


I

¡Fuera del Templo,
fuera de la Fiesta,
promotores resentidos de la tristeza y del tedio!

¡Oh, gran Spinoza!
¡Nada con su Nadie te hará sentir culpable
de tu trágica y danzante prosodia sideral!

El ser unívoco retorna en tu mística sentiente:

Grado alto afirmativo de potencia disyuntiva,
¡caósmica!

Hondo ¡Sí! a lo adyacente, a la locura y sus 
                          crustáceos,
al galope del instante como un río rumoroso
que circula en una flor...

II

Escriben los cangrejos criptogramas
con furia corrosiva en las pizarras.

¡Oh lúcidos delirios de alabastro!



Diciembre de 1987.
Poema ligeramente retocado.


© Armando Almánzar-Botello.
Santo Domingo, República Dominicana.

lunes, 8 de octubre de 2012

Uno, Dos y Tres...




Por Armando Almánzar-Botello


I

DEMOCRACIA VIRTUAL (DV) 


El hombre cualquiera, esta subjetividad desértica del mundo capitalista postmoderno y súper-informatizado, buscador impenitente, en su erosión y desconcierto irreversibles, de re-aseguradoras "territorialidades arcaicas del artificio", persigue siempre certezas imaginarias, ingenuas astucias del uno al nueve, opina indiscriminadamente sobre todo, interviene de cualquier manera en graves y complejos asuntos que dicha criatura ordinaria, regida por la ley del mínimo esfuerzo y por aquello que bien se podría llamar, retocándolo, principio de los "rendimientos cognitivo-emocionales decrecientes", no se ha tomado nunca el auténtico trabajo de pensar más allá de la manida y simple Doxa.

A esa criatura, con insospechadas posibilidades mutantes, en mi propio ser yo la vigilo, cauteloso...

Al trágico malentendido que todo lo dicho anteriormente comporta, a esta paradoja del "estar aquí pero sin ser yo", algunos políticos pragmáticos le confieren, rimbombantemente, el nombre de DEMOCRACIA VIRTUAL.


© Armando Almánzar-Botello.
Santo Domingo, República Dominicana.


II

¡Qué bueno, querida amiga que retornas!...Y te cuento: Por las noches, cuando sufro mis terribles ataques de nervios (esquizofrenia, creo le dicen) rompo, pataleo, maldigo todo aquello en lo que creo... Y me brotan lentamente unos cuernos muy azules en la frente. ¿Será influencia en mi delirio del mítico unicornio de un Silvio campesino?... Con decirte que eliminé a mis propios hijos, virtualmente, y ahora estoy solito, solito, muy solito, como un pobre Saturno sin mangú... 


© Armando Almánzar-Botello.
Santo Domingo, República Dominicana.

III

FALSOS NUEVOS PARADIGMAS


La utopía verdaderamente ingenua y/o cínica —nos recuerda el gran filósofo esloveno Slavoj Zizek—, no es la que representa el pensamiento marxista, políticamente caracterizado por su lucha innegable y totalmente vigente a favor de la creación de sociedades con índices menores de inequidad social y con más genuinas y profundas democracias, sino la frívola y encanallada creencia de que la Historia había terminado en los años 90 (Fukuyama) con el Triunfo Neoliberal del Mercado en el Perverso Capitalismo Global. Esta utopía terminó el 11 de Septiembre de 2001 con los atentados al World Trade Center


© Armando Almánzar-Botello
Santo Domingo, República Dominicana.

domingo, 7 de octubre de 2012

EL SOLDADITO DE ROMO




Por Armando Almánzar-Botello


Era un soldado sin ningún talento, un simple súcubo de otros gloriosos; nada tenía de Arquíloco ni tampoco de Espartaco; chupaba biberones como quien chupa fusiles. Fue siempre un servil edecán de los demonios y las brujas. Cuando terminó la Revolución, por culpa de aquel rastrero la ciudad se quedó sin leche.





© Armando Almánzar-Botello
Santo Domingo, República Dominicana.

miércoles, 3 de octubre de 2012

MARTIN LUTERO Y SU TRAICIÓN HISTÓRICA

MARTIN LUTERO Y SU TRAICIÓN HISTÓRICA A LOS SECTORES POPULARES.

           Lucas Cranach el Viejo. Martin Lutero.


Por Armando Almánzar-Botello.


Existen en el seno del Cristianismo sectas religiosas excluyentes, individualistas, dogmáticas, fundamentalistas y "pentagonales".

Actualmente, el protestantismo es un campo más fértil para el florecimiento de esas perversiones obtusas del mensaje cristiano que el catolicismo de propensión dialógica. 

Sin negar la evidente y digna sensibilidad humana y social de muchísimos protestantes, apuntamos que la iglesia católica manifiesta históricamente, con más intensidad que los “reformistas” y pese a sus grandes errores como institución política, un notable compromiso con lo social, una singular vocación ecuménica de radical apertura al otro, tal como lo reconocen intelectuales laicos de la envergadura de Umberto Eco, Massimo Cacciari, etc. 

Debemos recordar que la cultura de la antigüedad greco-latina hubiese perecido sin la labor de los monjes copistas en los monasterios católicos de Europa. Estos monasterios, como señaló con pertinencia el gran Hermann Hesse, no sólo fueron la sede de las letras, de la práctica del ascetismo y la música, del pensamiento filosófico-teológico, sino centros vivos en los que se ensayó en Europa la filantropía, la enseñanza escolar, el sentido de la solidaridad y el cuidado de los enfermos y menesterosos.

No hay que olvidar que, a pesar de las críticas -evidentemente válidas-, de Martín Lutero a la Iglesia Católica, Apostólica y Romana del Sacro Imperio Romano Germánico, en lo referente al tráfico de indulgencias, a la corrupción eclesiástica, al negocio político con las Bulas Papales, al ritualismo yerto de una liturgia petrificada, Lutero, como bien señala Arnold Hauser, traiciona a los miembros de la plataforma social que le sirvió de apoyo para lanzar La Reforma: los campesinos.

Prefirió salvar su dogma teológico, asociándose con el poder militar de los príncipes y contribuyendo así al fracaso de lo que el Barón de Humboldt consideró como la tragedia bélica que implicaba "una de las mayores pérdidas de substancia política en la historia de Europa": la derrota del hombre común en la llamada Guerra de los Campesinos del siglo XVI.

Comparto la tesis de Hauser, quien considera que Lutero puso en práctica el racionalismo político de Maquiavelo, y decidió colocarse del lado de los sectores antipopulares para salvar la "verdad de su nuevo dogma".

Prueba de ello es el famoso libelo de Lutero contra los campesinos, a quienes llamó "bandas de asaltantes y ladrones" después de haberlos utilizado como plataforma social para el lanzamiento de su Reforma.



Agosto de 2011


© Armando Almánzar-Botello.
Santo Domingo, República Dominicana.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

LA VIEJA ORIGINALIDAD (Breve fragmento)


"¡Escúchalo ahora tú, mujer amiga! Y deja florecer en ti los  
          pliegues, 
el universo allí plural, seráfico, adivino y divino por tu  vientre, por tus manos. /
             Música:

                           laboriosa catástrofe que sube hacia el oído, hacia los labios; enigma palpable de la vulva-pensamiento, 
                                   negrura pulsional
revelada lentamente para el cyborg." 

Armando Almánzar-Botello. Artikulation (Fragmento). 

 

Por Armando Almánzar-Botello


[...] Las estrategias cognitivas nuevas y las llamadas "ideas originales" no caen del cielo ni usualmente se encuentran en Wikipedia, en los Blogs o en las Redes Sociales, a retazos. 
Mucho menos son hijas de la insolencia oscura de la biología homeostática ligada a la Struggle for Life, a esa impulsividad ciegamente voluntarista del fanático y nihilista sujeto "hace cosas" postmoderno —ideológico retoño bastardo del Imperio Belicista— tal como lo encarnan todavía los seguidores, conscientes o inconscientes, de las variopintas ideologías fascistas, neoautoritarias y neototalitarias; de cierta versión capitalista actual y globalizada del "pangermanismo nazi-judío-norteamericano" y su perversa banalidad en el ejercicio del Mal.

La genuina originalidad comporta siempre un momento de amorosa piedad por la Tradición, de auténtico, reposado y profundo conocimiento de ésta.

Lo que denominamos la "gran originalidad del genio", es, casi siempre, el sedimento alquímico de toda una vida de acción, meditación y estudio, dolorosa y/o alegremente crítica, que le permite al hombre excepcional en situación de “productividad y quimera”, dar pasos realistas cautamente orientados, dirigidos hacia el promisorio rumor de lo ignoto.

La originalidad resulta de una experiencia intensiva, difícilmente transferible en un primer tiempo lógico de su emergencia, que reacciona sutil, secretamente con los elementos ordenados por la Tradición.

Así, lo que llamamos “original” se levanta en sangre cogitante, sensible pulpa enamorada, topología virgen, cartografía del “caosmos”, membrana sigilosa de silencio, materia plástica inmanente para la creación de nuevos universos [...]



Febrero de 2011


© Armando Almánzar Botello.
Santo Domingo, República Dominicana.

Enlace al texto Artikulation,
en el Blog Cazador de Agua:
http://tambordegriot.blogspot.com/2012/08/artikulation.html







ADENDA. 6 DE OCTUBRE 2013


COMO DIJO SIGMUND FREUD, "EDUCAR: ¿MISIÓN IMPOSIBLE?"... (Vertiginosas "letrillas" derramadas al desgaire).


Para muchas frágiles, presumidas y retardadas "canquiñas pensantes", pseudo-pascalianas: algunas más bien obesas de singular estolidez,   la originalidad y la inteligencia consisten en ser políticamente "salerosos", en derrochar "juvenil" simpatía "inmarcesible", estar "con dios y con el diablo" a un tiempo mismo, y en proferir sin tregua ni estudio ni pudor, frescamente, una repugnante infinidad de boberías y remotos pre-juicios. Porque si estas "canquiñas" tienen ciertos "estudios" realizados, saben "escamotear oportunamente" los resultados de estos de un modo asombroso. ¡No pegan una!

No es que no tengan cierto talento estos burdos payasos ignaros, artífices de la cohetería más banal, es que sencillamente no pueden cartografiar por ellos mismos el lugar o la región cognitiva donde realmente se encuentran situados: los Bajos Fondos del Alma, las Letrinas del Espíritu. ¡Oh, Swedenborg!

Ellos creen que los cerebros humanos segregan ideas espontáneamente del mismo modo en que la digestión produce excrementos o de la misma forma en que los simios, al desplazarse por los árboles, encuentran frutas, gusanitos e insectos...

Pero una inocente "chulería fanfarrona" los ciega.

Aunque algunos místicos piadosos digan que no hay propiamente jerarquías de la inteligencia sino modalidades distintas de ella, quizá el tipo inferior de intelecto que ostentan estas presumidas "canquiñas" de marras sea el producto característico de su prehistoria familiar, a nivel micro, o del circo tercermundista y subdesarrollado que llevan como herencia en el "coco" musical, vernáculo y transvernáculo, a nivel macro.

"Hasta para saber descender hay que tener instrucción", decía Louis-Ferdinand Céline. Y nosotros añadimos: la cultura también se mama, ¡arduamente!...

Por ello, existe una terrible paradoja o tal vez antinomia enclavada en la médula misma de la educación moderna: el intento de hacer “democrático”, mayoritario, el acceso a una excelencia efectivamente “aristocrática”, minoritaria.




© Armando Almánzar-Botello.
Santo Domingo, República Dominicana.

domingo, 9 de septiembre de 2012

POEMA POLÉMICO EN PROSA



"Yo jamás me inscribiría en un Selecto Club Social/ que aceptara entre sus miembros a tipos como yo." (Díxit: Groucho Marx).

 Matthias Grünewald. Las tentaciones de San Antonio. (1512-1516)


Por Armando Almánzar-Botello


Hay de todo en este mundo. Ha conocido el mito a ciertos perversos poetas, artistas y escritores burócratas (Gnóthi seautón…) cuya obra gerencial o producción “literaria” (en realidad, casi “novela familiar del neurótico”: Freud) finge y funge como prótesis compensatoria del más patológico sentimiento, cuasi onto-filogenético, de minusvalía psico-social:

Papá y mamá sufrieron mucho…”; “dame un poco más del chambre mojadito en el sancocho de las piedras”; “en mi infancia conocí el hambre de la nigua: su ávida y poética trompa succionante”; “¡no obstante, yo soy bueno!, fui o soy feliz, merezco el Cielo Burocrático, el Derecho a torturar indiferente a los pequeños que no son ahora de mi banda, incluidos muchos que antes lo fueron...” etc., etc., etc...

Pero esos vengativos “genocidas” de las letras, filólogos del acíbar o el melao, alcanzado su “brillo” soberano, egoísta y soberbio, su pacto financiero con algunos cancerberos del Reino Plutoniano de la Sombra, casi nunca recuerdan a los pobres barriales de su origen, ni adoptarían jamás por elección propia el estilo de vida de un Diógenes de Sínope.

Son estos "liter-hartos", paradójicamente nunca satisfechos en los planos "quesitivo" y "votivo" de sus demandas desmedidas (Lacan), unos auténticos tarados resentidos con un gran sentimiento de inferioridad genealógico-verbal, pese al valor cuasi-calcado relativo que puedan arrojar sus componendas y “epigonías” transvernáculas.

De otros, ¡ni hablar!: simples analfabetos funcionales “culturizados por la Internet”…

Afásicos de fondo que además padecen una severa poliomielitis del concepto (“¡Ahí no hay lógos!”: me decía, de los unos y los otros, el lúcido escritor, tan a destiempo ido, Enriquillo Sánchez Mulet.

Esos enfermos del Ego maculado-hipertrofiado utilizan las políticas –estatales y de civiles pandillas–, la “canchanchanería” (de chancho, choncho, cerdo, puerco… ¡sí!, el mismo inveterado “mamífero” que intenta olvidar el lodo maloliente de la nigua y la "escena originaria" –dice Freud–, bañándose compulsivamente en agua de rosas robadas… but: "Rose is a rose is a rose is a rose"...) como fórmulas para lograr ascender, hacerse “per-domar”, vendar, coronar, y así luego brillar, figurar y proyectarse triunfalmente en el Gran Espectáculo del Mundo (Ladrones en el "Sielo" con Diamantes), movidos por una increíble, (i)letrada, falsa, trucada y plebeya necesidad de “aristocratización" a la velocidad de la no-liberación. 
(Nietzsche, G. Stein, Debord, Virilio). 

¡Cogepesos disfrazados de Benefactores! ¡Haraganes traidores del Ser Polivalente, que despliegan un trabajo pervertido a fuerza de operar sólo en rol de claques, nepotismos y conventos!

Estos auténticos casos cínicos y clínicos, pretenden dar el salto hacia la Gloria, tomar el Cielo por asalto, por sorpresa o por labor de sinuosa política triunfalista y pseudo-filantrópica, utilizando el expediente de la adquisición apresurada (y en ocasiones ilícita, punible, pasible de ser sometida a la acción de la justicia) de capitales: económico, social y simbólico (Pierre Bourdieu).

¡Peor aún!: estos irrisorios “ángeles de canquiña” se han alzado con los dones del Cielo y no quieren disolverse ni en el paladar de Dios.

Su arte y su artificio se revisten para ellos de un valor ortopédico (lo que no está nada mal desde el punto de vista psico-terapéutico). Pero es preciso recordar que la “ortopedia (i)letrada como suplencia compensatoria” de Complejos de Inferioridad, no garantiza de por sí la calidad de aquello que se escribe, se realiza o se plasma en ese goce banal y permanente del aplauso anticipado y del dólar "malhabido"…

Y un Cielo Justiciero de Grafemas Neutrales ya levanta su Fósforo Luciferino, aunque mil ranas aviesas (algunas auténticas y dignas figuras ctónicas, míticas, telúricas… ¡oh, las paradojas del Imperio Global!), croen o croaron lo increíble para que un público de mequetrefes desprevenidos creyera en lo que muchas veces fueron y todavía son meros errores históricos de paralaje, transitorios bandidajes taxonómicos del Zeitgeist. ¡Oh, Siniestras Cofradías de la Sombra! 

¡Inicuas legiones de vendidas conciencias; mediocres comparsas de escribanos y pequeños demonios desalmados, vernáculos y transvernáculos!

El verdadero goce en la generación del acto, del texto, el auténtico fragor de la grafía, fulge en el ámbito del sujeto de la escritura desdoblado: Sujeto de la Enunciación y Sujeto del Enunciado. Este último adviene cabalgando en la lectura y el retoque crítico de su propia enunciación inconsciente, problemática...¡Real contempl-acción activa!

Mi Ego, otro medio también de la suplencia (¿síntoma y/o sinthome?), ávido de aplausos y canonjías, evidentemente no se incluye en esta lista… ¡Jo!

Y ahora: To be or not to be. Escucho a Serrat cargado todavía de insólitas memorias con futuro; siento el brío de Silvio y su palabra centelleante de esperanza para todos; transcurro ardiendo en Charlie Parker, Sonny Rollins y Eric Dolphy con la fuerza transmutante del saxo desatado; escucho-pienso, bordeando casi en acto la luz y las tinieblas, a un alto Gustav Mahler inmortal que abre mundos... 


¡Y digo no al Mal aliento pertinaz, al egoísmo impertinente de los viejos cadáveres en curso!



© Armando Almánzar-Botello
Santo Domingo, República Dominicana.

domingo, 2 de septiembre de 2012

LA MUJER Y LOS PERROS (Breve fragmento)

"El animal sólo se "contamina" de humanidad al desterritorializarse; el hombre es un animal que se olvida de su animalidad reprimiéndola en su Inconsciente como discurso del Otro. (Lacan).

Ergo, "casarse" con un(a) perro(a) con la plena confianza de que nos comprenderá plenamente, es casi un genuino acto de fe como creer en Dios o en los trasmundos... ¡Esto no es un mero sofisma!
" A.A.B.
 ¿Los perros pueden leer la mente de sus dueños?... Breves apuntes sobre el tema.

Rufino Tamayo. Perro ladrando a la luna.

Por Armando Almánzar-Botello



[…] ¿Cuál sería la razón profunda de la "obsesión" con los perros por parte de muchas mujeres excéntricas que se piensan más allá de la normativa convencional de los lazos conyugales, o por aquellas que simplemente han fracasado maritalmente? ¿Degradación más o menos “inconsciente” del partner a la condición de bestia? ¿Modalidad abyectada (Julia Kristeva) de vivir la sexualidad en un vínculo de falsa sublimación de lo erótico-tanático? ¿Identificación con el agresor o con la víctima? ¿Captura imaginaria de la “libertad” pulsional a través de la apropiación fantasmática del animal que simboliza, psicoanalíticamente hablando, una forma de perversidad polimorfa infantil (Freud) o, como en el caso de los griegos clásicos, la potencia falófora de cierta fertilidad, de cierta autonomía agresiva y vigor masculinos? ¿Identificación mítica o puramente fantasiosa con el goce imaginario y absoluto de la Cosa (Das Ding)?

¿Será esta "obsesión" de las mujeres una forma simple de ellas sustituir a un perro por otro? ¿Una desterritorialización (G. Deleuze) de la sexualidad más allá de los patrones humanos, familiaristas y patriarcales? ¿Un modo bestial, fantasmático, de serles “infieles” a los hombres con el animal que la tradición occidental considera, por excelencia, “el Mejor Amigo del Hombre”? ¿Identificación con el paradigma que encarna la “nostalgia de ser ser y/o tener el falo”? ¿Identificación de raíces maníaco-depresivas o bipolares con la melancolía o el júbilo extáticos de los perros nostálgicos de humanidad o "humanitud”?...

¡Queda planteada así, para filósofos, psicoanalistas, antropólogos y terapeutas, una vigorosa línea de investigación!

Otra línea de investigación sería interpretar qué significa el perro para el varón.

¿Representa este animal para el hombre lo mismo que simboliza para la mujer? ¿Identificación fascista (Paul Celan: Fuga de Muerte) con el Amo, con el Jefe, con un dios oscuro? ¿Relación homosexual de perro a perro, o vínculo perverso de perro a perra, según la radical visión de algunas feministas? ¿Intento fallido de domesticar a la muerte a través de la fetichización de una variante profana del mítico Cancerbero del reino plutoniano de las sombras?

¿Es aplicable esta inquietud, en sus líneas generales, a todo género de mascotas, o simplemente es válida para la relación de los humanos con los perros? ¡Cae el telón! […]


Armando Almánzar-Botello. La sexualidad humana y la potencia del animal. (Reflexiones deleuzianas). Ensayo. 2005. Página 34. Santo Domingo. R.D.

Ver otro enlace relacionado con el tema en el Blog Cazador de Agua:
http://tambordegriot.blogspot.com/2012/03/los-perros-pueden-leer-la-mente-de-sus.html



© Armando Almánzar-Botello
Santo Domingo, República Dominicana.

jueves, 30 de agosto de 2012

HIMNO PARA SER LEÍDO A VIVA VOZ

CARGADA LA PROSODIA DE MEMORIA IMPETUOSA Y DE LEGÍTIMO ORGULLO                                                                                                                                                                                                                                                                                          
                                    Máquina a escala nanométrica.

                                         
          Puesto de venta de frituras en Villa Mella, República Dominicana.



Por Armando Almánzar-Botello



Hay poetas de ultravanguardia que amamos realmente, casi desde nuestra remota y hostigada pubertad -sin poses ni engreídos postvanguardismos cosméticos-, los vectores tetradimensionales, la segunda ley de la termodinámica, la teoría de catástrofes, las diversas concepciones del caos con sus atractores de Lorenz y estructuras disipativas de Prigogine; los objetos fractales de Mandelbrot y la nanotecnología húmeda; la semiosis ilimitada y la textualidad recursiva; los Clásicos leídos con los métodos de la semiótica y la hermenéutica; el neo-marxismo lacaniano y la Universal Revolución; la genética molecular y la manipulación del genoma; los gradientes y diagramas físico-matemáticos, filosófico-deleuzianos también; el hipertexto, el genotexto, el metatexto, el paratexto, el architexto… la diversa y abismal archiescritura... las novísimas escripciones en precipicio cuántico y las flores barrocas y transgénicas sin olor... sin embargo, en el fondo sin fondo de nuestro desamparo místico, trágico, político, epistémico, lúdico, líquido, ¡nietzscheano!, somos tan patrióticos, nostálgicos y vernáculos, que degustamos devotamente mabí de bejuco de indio, "roquete", yaniqueque, canquiña, cocada y chicharrón... ¡creemos de verdad en la producción nacional!, y deseamos usar todavía calzoncillos de la marca criolla Caimán.

¡Que vivan esos poetas de auténtica vocación ontológica! ¡Quién nos viera, quién nos viera, más arriba, mucho más!




© Armando Almánzar-Botello.
Santo Domingo, República Dominicana

lunes, 27 de agosto de 2012

LA DIGNIDAD DE LOS CORRECTORES DE ESTILO


"Nunc cognosco exparte: tunc autem cognoscam sicut et cognitus sum." Sanctus Paulus

V. I. Lenin
                                                                           
Por Armando Almánzar-Botello


A la memoria de Léon Bloy y Jorge Luis Borges
A Ted Nelson



Para mí, partidario de cierta Teología Híbrida de la Liberación —catafático-apofática y mestiza—, revolucionarios como Espartaco, Robespierre y Lenin, Simón Bolívar, Emiliano Zapata, Fidel Castro, José Martí, Mao Tse Tung, Ho Chi Minh, Toussaint-Louverture, Nelson Mandela, Patrice Lumumba, Rosa Luxemburgo, Abraham Lincoln, Martin Luther King, Mahatma Ghandi, Malcolm X, León Trotsky, Ernesto “Che” Guevara, Farabundo Martí, Tupac Amarú, Augusto Cesar Sandino, Ollanta Humala, Evo Morales, Hugo Chávez, Nicia Maldonado, Juan Pablo Duarte, Juan Bosch, Manolo Tavárez Justo, Patria Mirabal, Minerva Mirabal, María Teresa Mirabal, Amaury Germán Aristy, Francisco Alberto Caamaño, Amín Abel Hasbún, etc, etc, etc... sólo constituyen meros Correctores de Estilo del "Libro del Mundo" (margen de acción otorgado a los hombres por la Divinidad misma), definido ese Libro en su histórica fluencia como Hipertexto grandioso escrito y articulado por Dios, pero abierto a las intervenciones y misreadings ("malas" lecturas) entendidas por Harold Bloom como distorsiones creativo-hermenéuticas y reenunciaciones transformativas fuertes del texto tutor, operadas por la serie ilimitada de sus más vigorosos lectores: los Revolucionarios...

El hombre común, ordinario, es también Corrector de Estilo del Gran Hipertexto, pero sus intervenciones más débiles o discretas que las del Revolucionario, únicamente apuntan a eliminar o colocar en lo escrito un simple acento, una diéresis o una coma, a modificar la simple ortografía de una palabra o tan sólo a corregir o retocar con extrema cautela una cifra, un paréntesis, un olor, una imagen o un sonido, pero sin afectar nunca de modo permanente, radical, intenso y profundo, el ritmo sublime de la caligrafía tremenda, la secuencia sintagmática prodigiosa y el turbulento rizoma generado por el Acto de Archiescritura Divina.

"La única sabiduría que podemos esperar adquirir /es la sabiduría de la humildad: /           
la humildad es interminable."


© Armando Almánzar-Botello
Santo Domingo, República Dominicana.

sábado, 25 de agosto de 2012

Un destino de Odradek

"Videmus nunc per speculum in aenigmate, tunc autem facie ad faciem" Sanctus Paulus 


                                                                          
                                                      Franz Kafka



Por Armando Almánzar-Botello



A la memoria de Franz Kafka



Recibió, pacientemente, durante mucho tiempo, aquellos burdos pinochos de madera.

En algunas ocasiones, tan sólo recibía simples trocitos de palo muy mal articulados; en otras, meros carretes de hilo, pequeños trozos de vidrio, papelitos y cartones con manchas enigmáticas, bolitas y dados corroídos por los golpes del juego en el transcurso de los años…

Y el Amor Intellectualis operaba con todo su poder transfigurante sobre aquellas marionetas y desechos desprovistos de sentido y de auténtica vida.

El hombre iba devolviéndolos, con ternura y comprensión perseverantes. Mansamente retornaba, en lugar de lo inerte recibido, niños luminosos de carne y hueso, aire lúcido cantando, materia iluminada por el soplo sefirótico, morfología y sintaxis de vocación celeste, anima mundi en letras de fulgor inveterado.

Hasta que oyó la voz de Dios diciéndole: “¡Detente ahora! Eres ya el verdadero responsable de tus traviesas e imperfectas criaturas. ¡Oh tú, pobre Corrector de Estilo!



© Armando Almánzar-Botello
Santo Domingo, República Dominicana.



miércoles, 15 de agosto de 2012

MUJER= COSA. Para leer lentamente, con voz relativamente alta...

Elevar el objeto a la dignidad de la Cosa
Jacques Lacan.


Por Armando Almánzar-Botello

A Elizabeth Quezada 


Comparar a la mujer con una Cosa enigmática (Das Ding), sin fondo; considerarla una estatua de jade que nos piensa, oculta en su propia belleza; decir que la mujer nos puede hablar como habla un libro, o que, por lo contrario, participa voluntariamente de una mágica y sabia reserva de silencio, como si ella fuese un discreto y enigmático organismo vivo, todo esto no es torpe y simple misoginia, no implica negarle la subjetividad y sus derechos como sujeto político-social a la mujer, sino más bien el abocarnos a esa pura poesía iluminada que vislumbra el goce femenino más allá del falo. Asunto de auténticas mujeres y de auténticos/as poetas. 

Ahora merodeamos un pensamiento desterritorializado que confiere su máximo esplendor a la fuga femenina hacia lo incierto, más allá del agresivo y provisorio suspenso masculino, falsamente feminista, de la Hembra deslumbrada en simetría inversa por el Falo insomne. 

La mujer que reniega compulsivamente de ‘lo femenino’ -aquí entendido como ‘línea de fuga desterritorializante’-, para concebirlo de modo incauto como sinónimo substancial de mera ‘debilidad’, rechaza, en nombre de una supuesta liberación beligerante, su estatuto mítico-simbólico de 'diosa' para constituirse, muchas veces, en plagiaria torpe y en simple 'envi-diosa' de lo abusivamente ‘propio’ de la injusticia falocrática, de la hipostasiada masculinidad. Y sí:

"La mujer es secreta: /apariencia pintada,/ como libro de estampas para indoctos/ que esconde un texto místico, tan sólo/ revelado a los ojos que traspasan/ adornos y atavíos./ Quiero saber quién eres tú: desvístete." JOHN DONNE (fragmento del poema TO HIS MISTRESS GOING TO BED, en traducción de Octavio Paz).


ANEXO A: MUJER=COSA. Para leer lentamente, con voz relativamente alta...


Por Armando Almánzar Botello



El FALO es la transfiguración simbólica del PENE en una insignia de poder. Su funcionamiento como tal es trans-histórico, pero no a-histórico: ¡OJO, categorías distintas!

En sus estudios sobre el Edipo Africano, Ortigues muestra cómo, en ciertas sociedades de filiación matrilineal, la función 'paterna', 'fálica', de Prohibición del Incesto, no la desempeña el padre biológico del sujeto, ni la figura del tío materno de más edad (quien normalmente asume el rol de autoridad en las sociedades matrilineales, pues matriarcado propiamente dicho no ha existido nunca a no ser como mito), sino un árbol totémico, el Algarrobo, símbolo de la Metáfora-'Paterna', de la filiación y de los antepasados (hombres y mujeres).

El uso que se define en la RAE del término 'falo' es el uso coloquial, vulgar de la palabra, no su definición técnica compleja en el ámbito del Psicoanálisis. Para una mayor edificación al respecto, resulta más interesante consultar los diccionarios de psicoanálisis de Laplanche-Pontalis, de Elisabeth Roudinesco-Michel Plon, de Dylan Evans, etc, etc...

Pero la cosa se complica, porque ese simbolismo, para Lacan, puede funcionar en un plano imaginario-arcaico y pre-especular (mito de la captura de la pulsión por el significante) y en otro registro propiamente simbólico, ligado ya al discurso propiamente dicho con su doble articulación (de acuerdo a la “vieja” tripartición lacaniana de lo Real, lo Simbólico y lo Imaginario).

En otro contexto, Lacan considera al falo como un 'semblante' (definición que no tiene que ver directamente con el rostro) y que expresa, sencillamente, el posicionamento del sujeto con respecto al Orden Simbólico en general y al discurso como lazo socio-lingüístico que permite construir una cierta realidad.

El falo alude aquí, fuera de toda referencia al pene y a la anatomía, al tipo de goce asordinado, reducido, temperado, que resulta en el sujeto (tanto hombre como mujer) como efecto de la interposición del lenguaje articulado, del discurso, en la trama fusional que lo relaciona con sus objetos primordiales de deseo. Nada que ver con una 'hipóstasis del falo-pene'. De hecho, ni la mujer ni el hombre alcanzan la 'completitud' que implicaría obturar la falta del Otro inconsciente. ¡Nadie detenta el Falo! Ni el Hombre ni la Mujer. Sólo se alcanza el reflejo de tal fusión en la psicosis...

Pero para Lacan sí existe en las mujeres un 'goce más allá del falo', que, eventualmente, el hombre mismo podría asumir, y pone como ejemplo de ello el llamado goce de los/as místicos/as...

Por otra parte, las categorías de 'Metáfora Paterna' y 'Nombre-del-Padre' aluden, más allá de sus denotaciones machistas o meramente androcéntricas, al 'corte' y a la 'separación' necesarios para la generación de un sujeto relativamente autónomo.


Corte y separación producidos por la intervención de lo Simbólico, tético o posicional, connotado por Kristeva como 'Paterno', con respecto a la dimensión 'Matricial' de lo Semiótico que representa la Chora como transgénero.  Esa chora es connotada como 'Maternal' en un sentido simplemente figurado, pues resulta, de hecho, más que bisexual, polimórfica y transbinaria.... Esto es algo muy antiguo en el pensamiento de Julia Kristeva.

Para comprender estas nociones y problemas, que no son simplemente intuitivos, se necesita manejar ciertas categorías procedentes de los viejos pensamientos de Platón (Timeo), Derrida, Deleuze, Badiou, Kristeva, Lacan, Colette Soler, Zizek, etc... That is the problem!...



Nota publicada originalmente en Facebook
Martes, 6 de marzo de 2012





© Armando Almánzar Botello.
Santo Domingo, República Dominicana.