lunes, 8 de octubre de 2012

Uno, Dos y Tres...




Por Armando Almánzar-Botello


I

DEMOCRACIA VIRTUAL (DV) 


El hombre cualquiera, esta subjetividad desértica del mundo capitalista postmoderno y súper-informatizado, buscador impenitente, en su erosión y desconcierto irreversibles, de re-aseguradoras "territorialidades arcaicas del artificio", persigue siempre certezas imaginarias, ingenuas astucias del uno al nueve, opina indiscriminadamente sobre todo, interviene de cualquier manera en graves y complejos asuntos que dicha criatura ordinaria, regida por la ley del mínimo esfuerzo y por aquello que bien se podría llamar, retocándolo, principio de los "rendimientos cognitivo-emocionales decrecientes", no se ha tomado nunca el auténtico trabajo de pensar más allá de la manida y simple Doxa.

A esa criatura, con insospechadas posibilidades mutantes, en mi propio ser yo la vigilo, cauteloso...

Al trágico malentendido que todo lo dicho anteriormente comporta, a esta paradoja del "estar aquí pero sin ser yo", algunos políticos pragmáticos le confieren, rimbombantemente, el nombre de DEMOCRACIA VIRTUAL.


© Armando Almánzar-Botello.
Santo Domingo, República Dominicana.


II

¡Qué bueno, querida amiga que retornas!...Y te cuento: Por las noches, cuando sufro mis terribles ataques de nervios (esquizofrenia, creo le dicen) rompo, pataleo, maldigo todo aquello en lo que creo... Y me brotan lentamente unos cuernos muy azules en la frente. ¿Será influencia en mi delirio del mítico unicornio de un Silvio campesino?... Con decirte que eliminé a mis propios hijos, virtualmente, y ahora estoy solito, solito, muy solito, como un pobre Saturno sin mangú... 


© Armando Almánzar-Botello.
Santo Domingo, República Dominicana.

III

FALSOS NUEVOS PARADIGMAS


La utopía verdaderamente ingenua y/o cínica —nos recuerda el gran filósofo esloveno Slavoj Zizek—, no es la que representa el pensamiento marxista, políticamente caracterizado por su lucha innegable y totalmente vigente a favor de la creación de sociedades con índices menores de inequidad social y con más genuinas y profundas democracias, sino la frívola y encanallada creencia de que la Historia había terminado en los años 90 (Fukuyama) con el Triunfo Neoliberal del Mercado en el Perverso Capitalismo Global. Esta utopía terminó el 11 de Septiembre de 2001 con los atentados al World Trade Center


© Armando Almánzar-Botello
Santo Domingo, República Dominicana.

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