viernes, 27 de abril de 2012

No estoy triste, Laforgue... no estoy triste, Lacan...


"El individuo neoliberal es el punto de partida para pensar cuál es la práctica operativa que se corresponde con su tiempo. Si decimos punto de partida es porque el individualismo liberal, por consistente que aparezca en su autismo consumidor, no puede clausurarse sobre sí mismo. El tiempo de su existencia establece las condiciones para que ese individuo pueda ser desestabilizado en sus propios fundamentos, y allí, en esos resquicios y puntos de fuga, es donde la práctica política que incluya al psicoanálisis debe intervenir. En este punto, se trata de tensar al límite la relación histórica entre la vocación política de izquierda y el psicoanálisis, desde el único hecho histórico que le puede otorgar fuerza a la interpelación: tanto la invención freudiana como el desarrollo de la enseñanza de Jacques Lacan se constituyen, de entrada, como una lectura sinthomática de la izquierda, una lectura de sus textos, prácticas y aspiraciones." Jorge Alemán

                                    Jacques Lacan


Por Armando Almánzar Botello



Amanece.
¿Oráculo confiable?
Burda fata sibyllina en el espejo de la noche:

una caja de dientes postizos,
                                             presumidos,
el recurso falsamente comedido de un anciano...

René     René Descartes    René Razón
Metódico Cartesius
                               ¿Carta descartada?...

Afelpada y con pantuflas,
enturbiando su oleaje de tormenta
las persianas,
                    la mañana es una vieja
cloqueando simulacros.
Me proclama prematura sus mentiras
vaginales...
                  ¿realmente virginales?

Versióname un programa por espejo cotidiano:
no escribas monstruosa, brutal, indecidible
—buscando día a día la vacía nombradía—,
                                              tus grafemas de gallina
picoteando en la gravilla/
la terrible tortuosa identidad
                                            inconfesada...
Versióname tu hoja por espejo cotidiano.

(Uterina y neblinosa
recompóngome la máscara 
en premura envejecida).

Acostado monologo en ataúd
y me desoigo.
                     (Gris avanza lo innombrable.
Luctuosa viuda negra el pensamiento telaraña).

Bestia ciega fuiste anoche.
Caín de patio triste.   Nostradamus epiléptico.

              ¡Andrógino de plástico!
             
              Gallina gorda folclorista.
       
¡Fuiste con tu envidia la inocencia terrible del mal: ¿todos los hombres?

Este Mongo Satanás olvida el rito
del crepúsculo:
                       desastres programados, financieros,
turbios pactos criminales, perversos,
                                                        convenientes...

¡Oh cinismo!                                      ¡Oh ironía!                    

¿Qué Amo sin medida en seducción telemediática te planifica el Goce?                    

Uterino y neblinoso
recompóngome la máscara
en el juego maquiabólico.

Detenido monologo en ataúd
y me desnombro.
                           Felicítome bañándome al fin
pichón de Drácula.      Calígula cornudo...
político en campaña... ¡y ya no me detengo!...
                               
                                       ¡Sí!

A mamá le gusta la poesía. ¡Coño!

Unas uñas bien cuidadas son imprescindibles.

(En la página triunfando,
el idiota enamorado que retorna por encargo,
canta por igual a un bello postre,
que a un trocito imaginario desprendido de algún astro...)

Y pregunto:
               (interrogo a los poetas tan profetas)
¿quién es quién si hago teatro en democracia de patanes?

La odalisca en el diván no me mira fijamente.
La otra tarde llegó tía y quiso desmontar el cuadro:

masturbarse los cristianos en rincones de la sala 
no es decente.
                   ¡Contabilidad es combatividad! ¡Atesora esa niña
cuatrocientas zapatillas!

Y ahora:
el Poeta de mi generación es Gerente por vocación. ¡Sí señor!

En el juego sigiloso de su horrible universo,
en pantalla gigante la señal satelital,
digita por la mente su frenético esperanto:

¡Global freedom of commerce!
¡Global freedom of commerce! 

Pateando una osamenta él silba una tonada:
¡Combatividad es contabilidad!
Mi padre fue pequeño, peludo y sin escrúpulos. 

¿Quién negocia por el cuerpo las veredas imposibles?:
¡Genoma     Genoma    invierte en el Genoma! 
¡Biotecnología!
                       Mi chica no ha muerto de SIDA, 
¡lo confirmo!  

De visita en el museo calcula sus ganacias,
y mira fijamente la basura del traspatio.

¡Combatividad es contabilidad!    
Mi Tía Encarnación sueña con el Amor :
ella busca en la Internet un poquito de calor...  

La llama del insomnio me calcina en los balcones:
medito en el futuro del olvido.
Payasos congresistas, comediantes periodistas,
                                                lobistas y ladrones/
rufianes y poetas políticos cagones pre-oficialistas/
monederos del abismo,
prometen ya editar a los nuevos ruiseñores...

¿Para qué la poesía en tiempos de ladrones?

Bajo límpidos satélites en la noche tecnológica:
el pobre hombre empuja su vieja carretilla roja.

¡Estúpidos ahorristas, estoy citando a Williams!

Autistas consumistas neo-liberales:
¡Global freedom of commerce!
Combatividad es contabilidad.   

El pobre hombre empuja su vieja carretilla roja.
¿A quién eligen Presidente si no monta un Gran Teatro?
El pobre hombre empuja su vieja carretilla roja.

Pero hasta Freud lo dijo:

¡Un padre no es caballo peludo y sin escrúpulos!
¡Que viva el por-venir!... lo todavía innombrable...
lo Real que no se agota...
                                           en fin:
¡la Democracia!...









© Armando Almánzar Botello.
Agosto de 1995
Versión retocada.


Cazador de Agua y otros textos mutantes.
(Antología Poética 1977-2002)
Editora Gente 2003.

Santo Domingo, República Dominicana