oh frágiles poetas energúmenos!
Por Armando Almánzar-Botello
Ojos
de radares.
de radares.
Barroca su armadura
renegrida.
Artrítico metrónomo crujiendo
a contratiempo.
¡Disparate!
Con sus patas disperso en el detritus.
Nota rota:
Delir-arte es un crustáceo
que retorna.
¡Ardiente y disonante por el borde!
Sorda quiebra
del Ser.
Remoto su fragor
sin ser notado.
Delir-arte.
Travesti polimorfo.
Eléctrico a través/
de la ventana.
Mecanógrafo cangrejo esquizofrénico.
Crítico y caótico maniático
te escribe te abre
-arañando los desechos
del sentido-
grietas de fonemas,
roturas de grafemas,
grutas de la carne
gritos encendidos.
Laberintos torturados
ardiendo por tu
frente.
Con otra luz bujía,
ocre araña en el alféizar de tu cráneo
las veredas…
De la plaza sitiada subterráneo,
oscuro crepitar del pensamiento.
¡Giran los rotores! ¡Deliran los motores!
Se turba la Razón , masturba monstruos.
Turbio
y adentrándose
filoso en el Afuera,
dentado adentro raspa
su música concreta.
Despliegue revertido.
Áspero teclado
cau-te-lo-so…
A través de la ventana
miro el vertedero:
un cangrejo mecanógrafo
escudriña
la basura.
¡Ardió Troya!
Mana oscura la escritura
de la mano de la muerte.
1986.
© Armando Almánzar Botello
Santo Domingo, República Dominicana.
A la memoria del gran poeta
Antonio Fernández Spencer,
quien me sugirió en 1986 sustituir,
como título de este poema de 1982,
la palabra “Crustáceo” por “Cangrejo”
en homenaje al escritor Rafael Damirón.
Cazador de agua y otros textos mutantes.
(Antología poética personal 1977-2002).
Editora Nacional, 2003. Santo Domingo, R.D.
Páginas 45-47
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