En la postmodernidad no muere la angustia: ¡se calla!
Por Armando Almánzar Botello
A Luis Alfredo Torres, in memoriam
A Fernando Hued Namías
Asomado al negro espejo
(indigno portal de loca muerte)
llora nadie al ver ausencia…
Roto el sibarita confesado por la luz de la mañana rota,
deforme,
afeita en su rostro los vestigios del insomnio…
Vomita oscuridad en el lavabo.
Ríe quedamente al mirar su desierto:
¡Y vuelve el llanto a romper estructuras!
Oscuros racimos de angustia en el ánfora de bruma del desasosiego
refluyen ahora torrente violento de linces y vino
y despedazan los límites…
y despedazan los límites…
Al instante,
roto el sibarita recompone sus fragmentos.
Escribe:
Escribe:
¡Arde de nuevo en la mujer y el vino!
Habita sin remedio y fluye unido a la vida,
a su juego terrible de espejos…
Agosto de 1978
Santo Domingo, República Dominicana
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