Por Armando Almánzar Botello
Transcribo aquí, amigo Juan Evertsz, a propósito de tu interesante enlace, “¿Llegarán los computadores a ser más inteligentes que el hombre?”http://www.enter.co/hardware/%C2%BFllegaran-los-computadores-a-ser-mas-inteligentes-que-el-hombre/ , un pasado envío que hice hace unos meses al lúcido intelectual y narrador dominicano Efraim Castillo. Quizá venga al caso.
“Amigo Efraim, con respecto a la cámara Looxcie, considero estas "novedades en el mercado" como parte del proceso inevitable de cyborgización postmoderna. No soy tecnófobo. Pero tampoco fetichizo la tecnología punta. Creo en lo que Georges Canguilhem denominaba: umbral de "convergencia funcional" entre cuerpo y técnica. Como decía un personaje de Louis-Ferdinand Céline en su Viaje al fin de la noche: "Tengo un cine en el coco, no necesito ir al cinematógrafo".
Aunque pienso que lo dicho por el personaje de Céline es un poquitín exagerado, yo me pregunto, retóricamente: ¿Para qué grabar nuestra vida con este modesto dispositivo tecnológico de la cámara Looxcie, si ya está plasmada para la "eternidad" en la conciencia a-subjetiva cósmica, "conciencia de derecho" que fluye su luz originaria para Nadie; imagen translúcida en el plano impersonal de inmanencia, virtualidad pre-reflexiva cuya actualización personal, no necesariamente humana en sus concreciones objetuales, se revela en la pantalla negra o cámara obscura de una "conciencia de hecho", fáctica, tética, reflexiva, que hasta ahora hemos llamado Hombre?
Sigo en lo dicho a Henri Bergson y a Gilles Deleuze, no a la Fenomenológia de Merleau-Ponty y Sartre, por ejemplo…
En relación a los recientes avances de la Inteligencia Artificial debo decirle, que me parecen grandiosos y muy prometedores, pero por ahora, pragmáticamente inaprovechables para resolver los problemas más dolorosamente indispensables en nuestro particular estadio de desarrollo como nación del Tercer Mundo...
Por otra parte, hay muchas teorías del lenguaje y de la memoria. ¿Conoce usted, "The language Instinct. How the mind Creates Language" del gran "joven" Steven Pinker, Director del Centro de Neurociencia Cognitiva del MIT y “alumno” de Chomsky?...
Hay dos "viejos" libros de los 90, “Simians, Cyborgs and Women. The Reinvention of Nature”, de Donna Haraway, y “Crítica de la Razón Informática ”, de Tomás Maldonado, que arrojan preciosa luz sobre fenómenos tan diversos, como filosofía de la técnica y la tecnología; antropología de la imagen infográfica; genética, fotografía y vídeo; agricultura, psicoanálisis, cognitivismo y cyborgización...
¡Conjunctio Epistémica Bomba! ¡JaJaJa! ¿Alexipharmakon gnoseológico o mera contradictio in adjecto?... ¡JaJaJaJa!... ¡No creo!
Los enfoques de Pinker, Donna Haraway, Tomás Maldonado... y ¡Diógenes Céspedes!, me parecen más interesantes que las tesis trascendentalistas “alucinadas” de Hans Moravec, Marvin Minsky, Howard Rheingold, Basilio Belliard, Plinio Chahín, y nuestro admirado Presidente Dr. Leonel Fernández Reyna.
Criticamos a los meros apologistas conservadores de la "novedad" como gadget; esa "instancia obturadora de la carencia de Ser" (Jacques Lacan) y simple "dispositivo-golosina emboba Deseo"… ¡Ay, Néstor Braunstein!...
Aunque un día muy próximo…???, llegaren a existir los computadores cuánticos “autoconscientes” y "emocionales" (R. Picard), como resultado de los indudables avances que hoy se producen en la inteligencia artificial, la biolingüística, la nanotecnología, las neurociencias, el cognitivismo y la cibernética, la “transbiomorfosis post-humanista trascendentalista”, como bien señalaba el británico Mark Dery, es un mito letal pentecostalista... !JaJaJa!
¡Tenemos de nuevo hambre de alimentos terrestres! No podremos escapar a la finitud de los recursos planetarios. La única ética válida es la solidaridad del "cibionte"...
El filósofo John Searle, para el "vulgo interesado" y en varias de sus obras, desmontó la ideología de la supuesta necesidad de la transbiomorfosis (transferir la mente humana a una máquina) como un efecto de la supuesta "obsolescencia diseñada" del cerebro humano. Una cosa es “simular” procesos mentales, y otra , muy distinta, “duplicarlos”.
Esa ideología de la obsolescencia programada del cerebro humano y de la sustitución “política” de los seres humanos por las máquinas, proviene de la publicidad y del marketing.
Reconocemos que en algunos aspectos las máquinas ya superan el desempeño humano. Pero la dimensión impredecible, contingente, “aconteci-mental” y singular de lo (in)humano, escapa a todo “dominio programador” (Derrida), en el Reino Digital del Silicio…
Rechazo radicalmente la tecnofobia, pero la postura tecnofetichista -ciega y a gatas por exceso de optimismo, por no llamarla cinismo virtualista postmoderno-, olvida la aisthésis, el aisthéton... lo concreto del contexto, la imposibilidad "tecno-lógica" de que se "presente" pragmáticamente la “isofuncionalidad de Venikov” entre el objeto y su modelo, por el carácter de “infinitud potencial” que define a la "similitud "en el proceso de modelización...
Pero estos son problemas de especialistas en los que no debo abundar en mi condición de simple interesado en la cuestión epistémica que comporta la democratización de la tecnología…
Por ahora prefiero, para nuestros países del tercer mundo y para todos los habitantes del planeta, logros más modestos tales como una mayor inversión en alimentación y educación de calidad por parte de los gobiernos; respeto a los derechos humanos y a las normas jurídicas internacionales; una más afinada consciencia ecológica; la reducción de la violencia imperialista y el fortalecimiento de los aparatos productivos de los países pobres… En síntesis, anhelo una mayor Justicia Social. ¡Saludos!"
CAZADOR DE AGUA:
Aunque pienso que lo dicho por el personaje de Céline es un poquitín exagerado, yo me pregunto, retóricamente: ¿Para qué grabar nuestra vida con este modesto dispositivo tecnológico de la cámara Looxcie, si ya está plasmada para la "eternidad" en la conciencia a-subjetiva cósmica, "conciencia de derecho" que fluye su luz originaria para Nadie; imagen translúcida en el plano impersonal de inmanencia, virtualidad pre-reflexiva cuya actualización personal, no necesariamente humana en sus concreciones objetuales, se revela en la pantalla negra o cámara obscura de una "conciencia de hecho", fáctica, tética, reflexiva, que hasta ahora hemos llamado Hombre?
Sigo en lo dicho a Henri Bergson y a Gilles Deleuze, no a
En relación a los recientes avances de
Hay dos "viejos" libros de los 90, “Simians, Cyborgs and Women. The Reinvention of Nature”, de Donna Haraway, y “Crítica de
¡Conjunctio Epistémica Bomba! ¡JaJaJa! ¿Alexipharmakon gnoseológico o mera contradictio in adjecto?... ¡JaJaJaJa!... ¡No creo!
Los enfoques de Pinker, Donna Haraway, Tomás Maldonado... y ¡Diógenes Céspedes!, me parecen más interesantes que las tesis trascendentalistas “alucinadas” de Hans Moravec, Marvin Minsky, Howard Rheingold, Basilio Belliard, Plinio Chahín, y nuestro admirado Presidente Dr. Leonel Fernández Reyna.
Rechazo radicalmente la tecnofobia, pero la postura tecnofetichista -ciega y a gatas por exceso de optimismo, por no llamarla cinismo virtualista postmoderno-, olvida la aisthésis, el aisthéton... lo concreto del contexto, la imposibilidad "tecno-lógica" de que se "presente" pragmáticamente la “isofuncionalidad de Venikov” entre el objeto y su modelo, por el carácter de “infinitud potencial” que define a la "similitud "en el proceso de modelización...
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