martes, 23 de abril de 2013

TACHADURA EN CRUZ Y TACHADURA SIMPLE

Rememorando...


La tachadura psicoanalítico-lacaniana del sujeto se representa en diagonal —barrando desde el lado superior derecho de la letra 'S' = Sujeto, hasta su lado inferior izquierdo—. Este símbolo del álgebra lacaniana, expresión de la división del "sujeto bruto del goce" por efecto del rasgo unario y de la cadena significante, procede de la heideggeriana doble "tachadura en cruz del Ser". 
A. Almánzar-Botello
                                                                                                                                                                                                               
Martin Heidegger, su esposa y Jacques Lacan. Guitrancourt, 1955.
                                                


Por Armando Almánzar-Botello



La doble tachadura en cruz del Ser, próxima pero diferente a la tachadura simple del Sujeto barrado lacaniano (que también subvierte al sujeto cartesiano), posibilita y delimita en el pensamiento de Martin Heidegger la topología de la Cuadratura, Cuadrípode, Cuadrante o Cuaternidad heideggeriana: LA TIERRA, EL CIELO, LOS DIVINOS Y LOS MORTALES.

Sin darse una mera Coincidentia oppositorum entre estos espacios, ni tampoco una simple superposición o traslapamiento de lugares, cada UNO de ellos resuena en el OTRO y así viene a delimitarse una topología en la que se sitúa el DASEIN en tanto que Ser capturado en el registro “contaminante” de la HUELLA Y LA DONACIÓN ORIGINARIA DEL ACONTECIMIENTO COMO REENVÍO PRIMORDIAL.

Podríamos en este contexto intentar comprender, en lo que vale, la naturaleza de la HYBRIS, la desmedida, la desmesura o infatuación del "Ser-ahí", cuando el hombre pretende erigirse, desde su condición finita de simple MORTAL, en AMO ABSOLUTO de los restantes tres lugares del Cuadrípode.

Denominamos "despotenciación lacaniana de la subjetividad", no a un debilitamiento o pérdida de Voluntad de Poder como capacidad de afirmación selectiva del devenir (en términos nietzscheanos y deleuzianos) sino al proceso filosófico-terapéutico (en el buen sentido wittgensteiniano de este último término) por cuya intermediación el Sujeto Trascendental de la tradición metafísica cartesiano-hegeliana, el mismo que pretende convertirse en SUBJETIVIDAD ABSOLUTISTA, se descubre parcialmente ausente de sí: 
SUJETO DESCENTRADO (Lacan) y FRONTERIZO (Trías). 

Aquí se observa, entonces, una conjunción-disyunción entre el "significante simbólico" como Semblante y lo Real enigmático de "la letra", entre el “círculo del aparecer” y el “círculo hermético”.


© Armando Almánzar-Botello.
Santo Domingo, República Dominicana.

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