lunes, 12 de diciembre de 2011

Lacañería para un león que fluye

"Los escritos vuelan, las palabras permanecen"
Jacques Lacan


                                 Botella de Klein


Por Armando Almánzar Botello


Para Grisel González Ramos, con admiración y afecto.


Videmus nunc per speculum in aenigmate,
tunc autem facie ad faciem
: Vemos ahora en espejo, oscuramente,
mas luego veremos cara a cara.
San Pablo dixit. 

Lentamente el yo se forma, se condensa en los cristales
encontrando su matriz en las imágenes del Otro.

Fase o vida en el espejo también fosa./ Hosca imagen per-vertida/
por un tubo y siete llaves cantando su libido 
en simetría inversa. 
                              Metaloide aletazo de otro mundo.
Mercurio casi agua.
                             Azogue lúcido.

Yo es Otro,
escuchóse Rimbaud decir un día.
Anticipaba en Eso la palabra Infierno
su poética mordida en la Figura del Espejo.

¡Estanque pensamiento, jaula de antimonio!
¿Fue Wallon-Girondo-Jacques Lacan un día,
—llorado vuelo en pez, fulgor del Otro—,
aquella retorcida máquina fluencia
de pájaro que hoy narro gimiendo en voz ardiente? 

¡Sordo enigma-laberinto!      ¿Destello múltiple?

El sí-mismo estallado que un espejo ya 'me' usurpa/
la no escrita opacidad de sujeto en bruto siendo,
entendido es carne o cuerpo sin linderos,/ 
                   / ¡borra el goce!/
organismo sucumbiendo en lo real,/ zona de muerte/
                turbio entrópico nirvana./
No esculpida todavía por el borde fronterizo/
la pulsión irreverente 
                                 y su bisagra.

El Yo básico que tiendo sin bufanda 
                                            (Moi, dicho en francés),
a pesar con él de nuestro engolosinamiento,/ 
                     / ¡sí, la muerte!,/
clivaje posterior del sujeto en la sintaxis,/ 
           / al caer sorda la letra,/
                                            ¡tiembla!/
en ácido sulfúrico de ausencia,/
no más que simple constructo imaginario/ 
como el beso./ 

Y el rayo de una lengua en tulipanes arde./
Se ofrece danzando aquel oscuro interrogante:/
                       el sí-mismo
ahora huye por los labios remotos del espejo/
en Otro ya entreabierta mujer de carne amada...  

El sujeto de la enunciación, así por el reverso,
/ correlato de un objeto metonímico que escapa,/
es briosa tachadura-claroscuro y no detenta/ 
imagen especular 
                          sino la pérdida/ 
                la huida sin semáforo de un dios
por los grafemas.

De igual modo sangrando su vacío allá la Cosa,/ 
a pesar de maniquíes, profilaxis y
vitrinas,
real, opaca, inmune,/ Das Ding dice la sombra /
aletea furia ciega,/ y no refleja
                              luz de entendimiento alguno. 

Sólo sabemos del puro 'Yo' sin verlo/
cuando nos escuchamos decir 'Yo' al fin un día.../
y es ya, tal vez, demasiado tarde. 

¡Oh Je o 'yo simbólico' del enunciado que hace/
vínculo de máscara con otros,/
y anuda lazo capital de cordura con el prójimo!

Por lo tanto,
el único semblante conocible se construye y
destruye aquí en la letra... 

Y sin embargo,
horadado por la línea de fuga que
conduce hasta el no-rostro:
aquí se imbrican,/
                          metáfora interpuesta,/
Gregorio Samsa, locura fraseada
                                     y máquina inclemente. 

Ahora roto en ti caído sin espejo/
                                                     mi poema/
un rizoma monstruoso ya germina en la mirada:/
guarida de lo humano y lo inhumano./
                                                  Violencia pura,/
enamorodiamiento.

Rabiosa la escritura irreverente por la muerte,/ 
                                     durísimo el amor deviene otro poema:/
una piedra irreflexiva que destroza los vitrales...


Ahora vemos en espejo, oscuramente, 
mas luego veremos cara a cara.



© Armando Almánzar Botello

26 de Agosto de 2010
Santo Domingo, República Dominicana



NOTAS DEL AUTOR:

1) "La dislocación de la sintaxis en el discurso complejo del gran psicoanalista y pensador francés Jacques Lacan, apunta a la instauración de una suerte de simulacros coyunturales de los Procesos Primarios del Inconsciente que, regulados por una Lógica Paradójica, PARACONSISTENTE, cohabitan en el discurso del maestro con los enunciados que operan en base a la lógica identitaria clásica, representativa, aristotélico-predicativa, apofántica. Con ello, Lacan ejemplificaba en el plano de la dicción, de la retórica y la polivalencia poética de su propio discurso, la complejidad dinámica del aparato psíquico, libidinal-corporal, del que los propios textos de Lacan pretenden constituir una suerte de 'Pèse-Nerfs' artaudiano." Armando Almánzar-Botello. Introducción a la lectura de Jacques Lacan.

Por ejemplo:

"Antes de toda fecha, Menos–Uno designa el lugar dicho del Otro [Autre] por Lacan. Del Uno–en–menos, el lecho está hecho para la intrusión que avanza desde la extrusión; es el significante mismo. Así no todo es carne. Las únicas que improntan le signo que las negativiza, ascienden, de lo que cuerpo se separan, las nubes, aguas superiores, de su goce, cargadas de rayos a redistribuir cuerpo y carne." Jacques Lacan. Radiophonie. Scilicet 2/3. Editions du Seuil. Paris, 1970. Traducción de Oscar Masotta y Orlando Gimeno-Grendi. Psicoanálisis. Radiofonía y Televisión. Editorial Anagrama, Barcelona, 1977. Página 19.




2) Jacques Lacan presenta un discurso denso, polivalente. Para pescar algo en él hay que conocer en primer lugar los textos de Freud, a cuya obra y conceptos remite constantemente aunque sea, casi siempre, en clave de relectura crítica. 

Las principales "conferencias" de Lacan se realizaban en el contexto de su Seminario y ofrecían siempre luces y sombras...

Su tesis de grado para el doctorado en psiquiatría, "De la psicosis paranoica en sus relaciones con la personalidad", no ofrece dificultades estilísticas, así como tampoco las ofrecen algunos artículos de sus "Escritos"...

Lacan decía que resultaba en estos textos tan lineal y evidente porque su estilo todavía no era 'cristalino'. Se nota que utilizaba este término en un sentido distinto a lo meramente unívoco, accesible: aludía más bien a la complejidad proliferante de las estructuras cristalinas...

Lacan es un pensador barroco muy conocedor de cierta tradición mística; él mismo lo decía con humor, explícitamente. “Estas jaculaciones místicas [se refería a los escritos de Hadewijch de Amberes, San Juan de la Cruz, Santa Teresa de Jesús, Angelus Silesius y otros poetas místicos] no son ni palabrería ni verborrea; son, a fin de cuentas, lo mejor que hay para leernota a pie de página: añadir los escritos de Jacques Lacan, porque son del mismo registro.” Seminario XX, Aún.

El pensador francés rendía honor también en su decir al concepto heideggeriano de 'lichtung' (claroscuro, mi-dire: medio-decir)...

Lacan, además de psicoanalista y enseñante, era un pensador y un poeta. Pero había una razón para esta oscuridad: el maestro intentaba plasmar en su decir la complejidad paraconsistente, polivalente, fronteriza, de los "procesos primarios del inconsciente" en su relación dinámica con la lógica clásica, apofántica, identitaria, que rige en el "sistema preconsciente-consciente".

No obstante, cuando se conocen el contexto y los ejes conceptuales de su discurso, la palabra y la escritura de Lacan se constituyen en lo que Jean-Claude Milner denomina: La obra clara. Ésta, además del rigor teórico sustentado en la clínica, detenta una inventiva poética cifrada en el bien-decir. 

© Armando Almánzar Botello

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