Por: Armando Almánzar Botello
MUNDOS POSIBLES
En aquella otra historia el nudo era Gordiano. Mas el Deus ex Machina olvidó la espada… y los Estados Unidos nunca jamás existieron.
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UN CUENTO PERFECTO
Había una vez la prótasis, a la que siguió una epítasis, que desembocó en catástrofe.
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EL RITMO DEL ESTORNUDO
Deseaba Monterroso escribir otro cuento… ¡y estornudó!
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PLAGIO FACIL 2
Veni, Vidi, Vici…. ¡y no fumo!
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HISTORIA DEL UNIVERSO
…Om…
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CIUDAD DE NEON
-¡Mi nombre es Legión!- dijo el cerdo en aquel sueño… y se perdió en la muchedumbre…
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OTRA ESPADA VELOZ
Un rumor de sí mismo en la penumbra… ¡y sangró frente a un espejo el otro samurai!
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EPITAFIO
Trató de escribir un cuento corto, y al no encontrar el desenlace, se ahorcó.
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ESCRITURA LUDICA
A Pier Paolo Pasolini, in memoriam
Una mano corrió sobre la página, se deslizó el ojo por las letras, cada personaje floreció en sus máscaras, la monstruosidad fluyó de nuevo en los espejos, y erótico-tanática la voz del innombrable dijo:
-¡Atención, amos del mundo, comerciantes de la paz y de la guerra, cuidado con vuestras mustias leyes frías, cuidado con vuestros códigos binarios; empezó aquí en lo blanco el juego sin linderos, irrumpió desde un “sinfondo” la verdadera fiesta, la violencia integral de la escritura!...
¡Y de pronto: un preciso rayo láser de la Guerra Preventiva, calcinó la mano en revuelta del artista!... Aunque otros dicen que la culpa fue de un cargo en el Gobierno…
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CREACION EN SUSPENSO
No sabía qué decir, dudaba el Gran Demiurgo, y el espacio turbulento prosiguió soñando en blanco…
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MAGISTERIO POLITICO 5
En un lugar del Planeta, de cuyo nombre increíble perfectamente me acuerdo -excúsame, amable lector, no te lo puedo decir porque rindo culto profundo a la gran diosa Prudencia-, un joven y rebelde escritor quiso una vez publicar un sencillo y breve cuento. Mas con aviesas intrigas políticas fue prohibida y denostada su obra por la censura canalla del tenebroso gobierno…
El pulcro hombre de letras, persistente en su propósito de legar a la posteridad su modesto estigma indeleble, realizó varios intentos de encontrar un editor, pero todos sus esfuerzos resultaron al final dolorosamente fallidos.
– No podemos ayudarte – le decían en voz baja sus cordiales y medrosos colegas intelectuales – estás cogido en la red de las pulsiones y recelos más oscuros e impublicables de este régimen político abyecto-. Y añadían sotto voce: – Tal parece que el Presidente, y algunos más de su gabinete, desean algo íntimo de ti… quizá tu semen, tu conciencia o tu sangre…
Entonces el hombre franco, frustrado y dolido, sí, pero intimidado nunca, resolvió discretamente exiliarse de su patria, y se fue lejos, lejos, muy lejos... Aunque siempre la imagen querida de su tierra le rondaba por las esquinas del sueño...
Muchos años después, ya de nuevo en su país, casi abolida su torre sensitiva y pensante, traicionado por sus más caros discípulos y frente al pelotón de fusileros, el anciano escritor se lamentaría de haber creado aquel cuento…
Enero de 2008
Santo Domingo, República Dominicana
Tomado del libro de microrrelatos titulado
Mecarrelatos. Hipertextos de un Cazador,
de la autoría de Armando Almánzar Botello.
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