sábado, 2 de marzo de 2013

Terapia génica, neurociencias, psicoanálisis y enfermedad mental (Breves apuntes banales)

"Cinco enfermedades mentales tienen un origen común, según un último estudio publicado en la revista científica The Lancet. La investigación concluye que existen trazos similares de ADN en cinco de los trastornos psiquiátricos más comunes a nivel mundial, un resultado que puede potencialmente abrir el camino a nuevos tratamientos o técnicas de prevención. Pero todavía queda un largo camino. Las patologías analizadas han sido el autismo, el trastorno por hiperactividad y déficit de atención, el trastorno bipolar, el trastorno depresivo mayor y la esquizofrenia. Según los autores, esta es la investigación más importante jamás realizada entre genética y enfermedades mentales [...]
Carolina García. Cinco enfermedades psiquiátricas comparten material genético. El País. 2 de marzo, 2013. 

http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/03/01/actualidad/1362168241_764043.html


Por Armando Almánzar-Botello


Dado el carácter multicausal y heterogéneo (elementos orgánicos y simbólico-culturales conjugados de modo complejo) de ciertos trastornos psiquiátricos registrados por la psiquiatría dinámica clásica o por el actual DSM-IV-TR, tales como la paranoia, las esquizofrenias y la psicosis maníaco-depresiva (trastorno afectivo bipolar), el tratamiento farmacológico de estas enfermedades por parte de la psiquiatría biológica o la aplicación de una eventual terapia génica, son recursos que no garantizarían de por sí la "curación" radical de estas patologías. 

Estas modalidades bio-instrumentales de intervención terapéutica sólo afrontarían las vertientes anatomo-fisiológicas y biogenéticas de dichas enfermedades y, por no agotar la multiplicidad variable de los factores causales de éstas, simplemente reducirían para un sujeto particular el riesgo de padecer esos trastornos o convertirían a esas entidades nosográficas, si se encontraran ya instaladas en una subjetividad adulta, en meras psicosis "suplementadas" y parcialmente compensadas por medicación o intervención genómica. 

Un factor que no es causal pero sí estructural, y cuya detección en el paciente reviste singular importancia para la determinación del diagnóstico diferencial y para perfilar las direcciones del proceso terapéutico, las estrategias de encuadre, abordaje y “variantes de la cura tipo” en los problemas psicóticos, es la llamada "verwerfung" freudiana o “forclusión del nombre-del-padre”.

Este último proceso negativo, que define la posición del sujeto psicótico en términos de estructura psíquica fallida, (proceso que debe ser debidamente detectado, situado y contextualizado clínicamente caso por caso), delimita todo un territorio de intervención terapéutica que podría ayudar a corregir hasta los efectos iatrogénicos de ciertos tratamientos biológicos en el territorio de las llamadas psicosis desencadenadas. 

Los aludidos fenómenos de la “forclusión” y las suplencias revisten importancia terapéutica crucial en el caso de las denominadas, por el psicoanálisis lacaniano más reciente, “psicosis ordinarias”, suplementadas y/o compensadas por medio de un “síntoma retocado”, regulador y estabilizador del aparato psíquico. 

Dicho elemento singular y regulador del aparato psíquico del paciente, generado por el sujeto mismo (bajo tratamiento psicoanalítico o en ausencia de éste), constituye una invención sintomática que sin dudas es propiciada de un modo más activo, en su emergencia como “invención compensatoria” del sujeto ante la forclusión masiva de las significaciones vinculantes, por el proceso psicoanalítico en curso. Esto se ha demostrado clínicamente.

A dicha instancia suplente o compensatoria, Jacques Lacan, psiquiatra y psicoanalista francés, autor de "Una cuestión preliminar a todo tratamiento posible de la psicosis" y de seminarios tan importantes sobre el tema como "Las Psicosis" y “El sinthome”, entre otros, denominó “sinthome” (diferente del mero síntoma padecido). Jacques-Alain Miller sigue en este aspecto el marco teórico lacaniano en su conceptualización y clínica de lo que denomina “psicosis ordinarias” o suplementadas.

Con estas líneas no pretendo negarme a reconocer el gran valor que revisten las aproximaciones científicas biogenéticas, farmacológicas o cognitivistas a los mencionados trastornos psiquiátricos, pero sí resalto el hecho de que el abordaje terapéutico de las psicosis, caracterizadas por su compleja etiología multicausal, no puede realizarse de un modo unilateral, no-complementarista, dogmático y reduccionista, apoyándose de forma exclusiva en las neurociencias o en la genómica.

© Armando Almánzar-Botello.
Santo Domingo, República Dominicana.


"[...] A propósito de la singular escritura de James Joyce presente, fundamentalmente, en "Ulises" y en "Finnegans Wake", Jacques Lacan habla, en su Seminario XXIII "El sinthome" (Paidós, Buenos Aires 2008, página 21) de un cuarto nudo que viene a enlazar los redondeles R (Real), I (Imaginario) y S (Simbólico), los cuales, en el aparato psíquico de Joyce constituyen un falso nudo borromeo en el que lo Imaginario (el sentido y la imagen corporal) está suelto como efecto de una forclusión psicotizante del nombre-del-padre. Con el expediente inventivo del "sinthome de su escritura artística", el cual, de modo transmutante, ahonda en el original síntoma autista joyceano que consistía en gozar de la "letra como lluvia" y del sinsentido de la lalangue en el inconsciente real de los significantes amos sueltos, Joyce elabora y constituye una suplencia del nombre-del-padre, un enlazamiento cuaternario denominado por Lacan "sinthome borromeo",  síntoma "normalizador" o síntoma vinculante que le permitió al gran escritor irlandés hacer lazo social y evitar la locura [...]" 

© Armando Almánzar-Botello.
Santo Domingo, República Dominicana.


ADENDA

TECNOCIENCIAS Y ENFERMEDAD MENTAL

El gran psiquiatra francés Jean Delay, uno de los padres precursores de la psicofarmacología moderna, consideraba que el uso de sustancias psicotrópicas con fines terapéuticos debía circunscribirse a una cierta "normativización estabilizante" del paciente para entonces iniciar el VERDADERO PROCESO CURATIVO en el plano psicoterapéutico y/o psicoanalítico.

La práctica psiquiátrica actual, en nombre del cientificismo instrumentalizador, de la renegación perversa de la desgracia social en el contexto de una ideología optimista cuasi-religiosa y trivializante; utilizando las múltiples coartadas del mercado a favor de las grandes corporaciones farmacéuticas, al servicio de la rentabilidad capitalista y de la falsa eficacia cortoplacista, sostiene al paciente psicótico en la escena del mundo por medio de una utilización abusiva de los psicofármacos y al precio del deterioro de su salud integral.

No negamos el valor ineludible del fármaco estratégicamente utilizado para morigerar el sufrimiento, pero rechazamos una concepción del fármaco y de las tecnociencias aplicadas al campo de las enfermedades mentales, que ve en el "gadget" farmacológico la panacea universal contra el sufrimiento, la enfermedad y la muerte.

Esa ideología perversa tecno-voluntarista, represiva y enemiga de la dimensión holística de la verdadera salud del sujeto, es la misma que ironiza el gran escritor polaco Stanislaw Lem, en su obra genial "Congreso de futurología", cuando explora el "totalitarismo de la psiquímica"

© Armando Almánzar-Botello.
Santo Domingo, República Dominicana.

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