martes, 7 de julio de 2009

¡Eureka! (POEMA ENSAYADO)


domingo 10 de mayo de 2009


                 Jean Tinguely, Eureka. Escultura Cinética.1964              
Por Armando Almánzar Botello


A: Jorge Portilla
Jacques Lacan
Jean Tinguely



A Luis O. Brea Franco, 
fervoroso amante de la belleza clásica.




Una cierta petulancia consiste en la seguridad metafísica de lo propio.
Muy otra voluntad insiste en afirmar la vibración del nervio/

el rizo

la risa

el rezo

el desafío del humor filoso/

el roce riesgoso en el juego del texto  
-veloz impropio amoroso- el goce que salta,
galopa
en el (ga)sapo imprevisto

presuroso/

asumido y presumido en su sed vertiginosa: se-ducción del agua que corre

transcurre

¡hasta la semántica fatalidad del semáforo!

Sólo bordeando con plomada el orificio,

su abismo,

su imposible y su carencia,

trágico el humor nos salvaría de la guerra final y de la peste.

Sólo bardos barbados bordeando en la escritura

los cráteres de vulvas iracundas/

escuchando en el temblor la verdad del agujero/

podrán salvar la tierra del desastre/

embocar la profecía y la trompeta...

Vivir el mundo actual: desajustado/

informe/ nos impone ciertamente sobrevolar el desconcierto...

El humor es una suerte de generoso egoísmo: pretende concentrar el infinito en una frase

-quizá en holofrase, tal vez en una letra-,

para ofrecerlo de pronto en los labios del instante.

Pero el intento siempre falla y deja un resto inabordable.

Conexión de interrupciones. Puente frágil que persiste. Secuencia que el Otro ha llamado: continuidad que se desgarra, travesía de la huella, ceniza, collar y paloma/

seriatura, cruel rizoma/

erion o vellocino/ corte y sutura que enlaza discurso, chiste, inconsciente/

locura, amor y poema...

El que chotea chatea in vino veritas: ¡mente!

Ello miente y lo proclama. En el error tropieza y mal-dice. Falsifica y lo bien-dice. Sabe (des)ajustarse al chato, al cuenco, al recuento

a la cuenta, al contexto, al banquete

al discurso y a los semblantes. No debe desbordar ciego la precisa economía de elipsis, ni perder la vigilancia, el tino, el hilo rojo del trance.

Camina hacia lo imposible. ¡Danza!... Eso habla borracho en lo dicho

claroscuro y falsedad cierta... Olivo a Oliverio Girondo, un veraz que gira hondo. Salivo de alivio a la vera del fondo: la verdad se desmadeja
cae toda en el sinfondo...

Si a este modo el que dice no lo hace,
el exceso, el goce, el don,
el equívoco lúdico-mágico y el ritual de las palabras
naufragio serán y espectáculo -financiero, insípido, yerto-
reglado por la doxa más chata y sus inicuos atractores velados...

Más allá de las oposiciones caníbales adentro/ afuera,
privado/ público, el humor es la locura del don como secreto poema irreductible.
No es simple rel-ajo, ¡carajo!, es callejera coreografía indescrita, ilegible, incógnita, críptica: más que rel-ajo, tens-ajo/
navaja, tasajo, pasaje
tatuaje indeleble y viaje; condimento con ajo de abajo
no tasado por ojo de arriba/
campana verbal de tenso badajo
que ofrece sonido unido a sentido. Danzar de sentidos con reloj y medida: barrada guarida de loco infinito
que goce a goce brota
gota a gota mana
de la Razón herida
de la palabra rota...

Para dar sinsentido, humor, poesía, es preciso sentir y soltar el sentido.
Hacer el intento de alcanzar y medir(se con) la cosa real,
lo vacío imposible: ¡empresa fallida! Así loco y herido de muerte
el chiste sangrante da vida...

¡Oh la risa inaudita, inaudible!
Secreta carcajada en abismo,
reservada tan sólo para el dios escondido, para oídos que danzan el fragor de la ausencia.
¡Oh la risa del feto, oh el olvido que piensa!...

Santidad y amor son chistes orientados/
arduos juegos de humor/
misterios dirigidos. Y Alguien dijo la flor del ciruelo que siente/
arroja de su hambre tinieblas a tu cuerpo...
¡Oh broma sostenida!
Su mano es pez de bruma que persigue transparencia...

Hablando la verdad ahora en euskera: ¡Salta un chiste del pe(s)cado en la chistera!: Keaton, Beckett, Chaplin: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
¡No hay aquí blasfemia!: a fe mía que la culpa es de Pascal.

¡El Universo es la broma de Nadie
vacía de sonido y de furia!


© Armando Almánzar Botello
   Diciembre de 2008


                                                                             
Santo Domingo, República Dominicana.

2 comentarios :

Luis O. Brea Franco (Lobrea) dijo...

El poema, de entrada me gusta y lo siento afín. La razón de mi sentir es que el poema auténticamente poetiza: tiene ritmo propio, musicalidad y sentido, crea un universo imaginario respecto a si mismo, con el que dialoga, crea y despliega sentido nuevo, interior. Funda su propio referente semántico y abre un cosmos. En mí produce un goce trascendente que es lo que me revela la presencia de una obra de arte auténtica. Siempre he considerado a Armando como una voz única y grande, madura, con una formación envidiable y un estro poético difícil de negar. Quizás es la voz má intensa de su generación.

Luis O. Brea Franco

Anónimo dijo...

Precioso, impecable!
Un virtuoso escritor de inagotables recursos, que revela con enérgica voz, fino criterio y exquisito lenguaje poético, la riqueza de su mundo interior en estilizados versos.
El poema deja un dulce sabor... serenidad, equilibrio.
Querido Armando... Cautiva en las redes de tus letras, crece mi cariño y admiración por ti.

Un beso...