viernes, 10 de febrero de 2012

Internet y la Palabra

(Infinita la misericordia del Altísimo)


“Pero, ¿si el Diablo, el Otro, por el contrario, fuera el Mismo? ¿Y si la Tentación no fuera uno de los episodios del gran antagonismo, sino la tenue insinuación del Doble? ¿Si el duelo se desarrollara en un espacio de espejo?” 
Michel Foucault. La Prosa de Acteón

“La angustia literaria de las influencias se despliega en un espacio que no es inocente, sino perverso, conflictivo, agonístico… Es siempre el resultado de una factualidad brutal y contingente que relaciona distintos tropismos y contratropismos.”
Harold Bloom. La angustia de las influencias

“En primer lugar, ¡alfabetizarlos verdaderamente!” 
Charles R. Darwin.

Francisco de Goya. El aquelarre. 1797-1798. Óleo 


Por Armando Almánzar Botello



A Pierre Klossowski, In memoriam 


En una extraña página de Internet que la mano aparente del azar alumbró bajo mis ojos, me fue dada la oportunidad de leer este curioso texto, abominablemente herético, que ahora transcribo para mis lúcidos lectores con la finalidad de permitir una mejor comprensión de los caminos retorcidos del Maligno y cantar la Gloria del Altísimo en su infinita misericordia:

       
       Cyber-Evangelio según Satán



“Habiendo escrito por mí mismo tan sólo unas pocas líneas, quizá con justicia destinadas a la hoguera eterna del olvido, ahora lo confieso: yo soy el secreto y traicionado co-autor del gran Apocalipsis.

”Muchos años después, frente a la pública grandeza de aquel monumento bíblico 
(texto inspirado también, lo reconozco, por el Otro devenido en Paloma mercantil y fiduciaria de lo Alto), había yo de recordar mis arduos, prolijos, laberínticos y fantásticos diálogos con Juan de Patmos –luego conocido como El Evangelista–, 
en remotas, decisivas y anónimas tardes irrecuperables… 

”En principio, humillado y ofendido por el discurso en realidad producido a tres voces pero arteramente publicado bajo una sola firma, yo, la Bestia innombrable, llegué a codiciar, enardecido, la gloria excluyente del apóstol, la cuota de honor que a mi propio decir correspondía y que no le fue debidamente conferida en abierto atropello a la justicia. 

”Luego, providencial y transitoriamente lúcido y absuelto, otra vez olvidado de la carga agobiante de mi verdadera identidad, en una íntima noche de animada plática literaria entre supuestos amigos tuve la revelación decisiva; vislumbré sobrecogido la oscura evidencia en un relámpago de intuición irreparable: comprendí, humildemente, como bien lo expresaría Goethe, que la buena literatura es, en gran medida, un precipitado alquímico de la buena conversación…¿De la buena alfabetización?

”De un modo enigmático, real pero intangible, más próximo, tal vez, que la verdad del alfabeto, a la boca indescifrable del Abismo, al vacío resplandor de lo Divino, a la angélica prosodia germinante por el soplo secreto de la Cábala, también escribimos el mundo con la Voz; también destruimos el mundo dialogando…” 

Cierro aquí, provisionalmente, la transcripción del texto hermético. Como habrá de suponer este amable auditorio, de inmediato salí huyendo de aquella página de sombras… 

Las Redes, el mundo, el orgasmo doloso en lo siniestro; la barbarie analfabeta maquillada y el reflejo seductor de la herejía; el comercio sin decoro y la velada expropiación del pensamiento extraño, ajeno, configuran la región más grosera del rizoma, la política incivil de la escritura monstruosa, el extraño fragor de un solo texto mercantil y fiduciario inacabable… 

¿Bajo cuál firma, finalmente, se abrirán a la luz estas palabras?... 

¡Infinita es la Misericordia del Altísimo!



Junio del 2001



© Armando Almánzar Botello.

Revista El Exportador Dominicano 2002
Año XXX. Número 120. Página 52.

Cazador de Agua y otros textos mutantes.
(Antología Poética 1977-2002)
Editora Nacional 2003. Páginas 91-92

Santo Domingo, República Dominicana.

1 comentario :

Anónimo dijo...

Enardecedor y reflexivo. Impecable... como siempre!
Retumbará por mucho tiempo en mí con ensordecedor encanto, el eco del rumor centelleante del Armando artista... puro, exquisito... inmortal por su legado. Muchas felicidades!

Un beso.