lunes, 6 de enero de 2014

INCLEMENTES GUARIDAS…

"En ciertas ocasiones, / buscando la verdad reprimida de su origen / secretamente alguien acude a las cloacas, / retretes y viejas escaleras. / Límenes donde la vida dialoga silenciosa con lo incierto...

Armando Almánzar-Botello. LA GUARIDA. Texto Rizomático. (Fragmento).


Por armando Almánzar-Botello


En su genial relato “Der Bau”, traducido diversamente como “La Madriguera”, “La Construcción”, “La Guarida”… Franz Kafka narra y describe, desde el punto de vista de un extraordinario, pertinaz y reflexivo animal (probablemente un lúcido topo), la construcción, realizada por dicha criatura, de una singular morada-refugio sometida en todo el transcurso de la referida historia a un riguroso y detallado análisis, cuasi hermenéutico-textual, de sus posibilidades de alojamiento, estratificación, salvaguardia y fuga.

El complejo lugar, descrito por la misma inquietante y familiar bestezuela, es un laberinto crucial y defensivo, una territorialidad subterránea y lúdica, un “rizoma” protector con sus múltiples posibilidades, galerías, pasadizos y espacios... ¿Metáfora sorprendente de la edificación de una obra literaria o creativa entendida como albergue provisorio contra las embestidas de la muerte, la contingencia y el olvido, factores cuya procedencia los humanos atribuyen, casi siempre, a una supuesta exterioridad amenazadora?... Work in Progress and Crack-Up


En el poema de mi autoría “La Guarida. Texto rizomático”, homenaje modesto a la obra de Kafka, la perspectiva de lo insólito varía un poco y se incluye también el punto de vista de la madriguera misma... Ese recurso, utilizado desde el principio del texto, crea una falsa intimidad entre el lector y la voz poética fragmentada, voz en efecto plural, ambivalente, a ratos un tanto siniestra, polifónica, o por lo menos bifronte... 

El texto poético pretende funcionar como máquina textual de enmascaramiento y desenmascaramiento estético-pulsional, como escenificación rizomática, dramático-política, erógeno-laberíntica. Cartografía de fuerzas, constructos y verdades ligadas a diferentes puntos de vista de apreciación sobre el cuerpo, la extranjería, el sí-mismo y el otro, el adentro y el Afuera, lo sagrado y lo profano, lo arcaico y lo presente, la memoria y el olvido, el misterio, el mal y lo abyecto, la palabra con su ruido y su silencio, lo indígena y lo alienígena, el lugar y el no-lugar, la sexualidad y el género, la ley, el devenir-animal, "la vida la muerte" (J. Derrida), el trabajo creativo y el contrato (in)humano de convivencia en el seno de un socius transhistórico-mutante.


La Guarida”: Juego diferencial entre “pliegue-despliegue y repliegue” (M. Foucault, G. Deleuze), “territorialidad-desterritorialización y reterritorialización” (Deleuze-Guattari).

El texto en cuestión pretende ser una meditación poética, en lúcida y dosificada embriaguez, sobre las fronteras existentes entre aquello nombrado y conocido como “local”, y la inconmensurable magnitud de la “comarca”: Micro-topología textual de mediación entre lo “cerrado” y lo “abierto”, entre “mundo” y abismo de la “tierra”. (M. Heidegger),

El breve poema pretende constituir, entre otras cosas, una reflexión artística sobre la dualidad del biopoder, sobre la hipocresía de una dúplice política de los límites, de una estrategia imperial (neo-colonialista, si se quiere) y de un cierto pseudo-cristianismo falsamente humanitario, que finalmente reclama sus víctimas…

Los poderosos que simulan bondad y solidaridad, aquellos que aparentan dar albergue y protección a los desamparados —a los pobres entendidos por los Amos Plutócratas tan sólo como “biomasa” aprovechable, como mera vida desnuda susceptible de explotación—, hablan cínicamente de "derechos humanos" y de respeto a la vida, pero amenazan con su ambición monstruosa la ecología del planeta, abandonan en lo esencial a las poblaciones que sufren, a los inmigrantes y/o extranjeros, y desconocen la terrible verdad del otro desgarrado y sufriente...

"La Guarida" es un sencillo poema sobre el misterio abismal de la vida vulnerable, dañada (T. Adorno) y los orígenes problemáticos del ser. Onto-biografía discreta de aquellos hombres anónimos que padecen el exilio, la explotación, la violencia, principalmente en el seno de las Grandes Metrópolis, y, en ciertos casos paradójicos no poco frecuentes, en su "propio" o supuesto país de origen.

El poema dibuja una aproximación escritural a los denominados seres "extraterritoriales": aquellos desposeídos del terruño, de su lengua, de su fuerza de trabajo, de su cuerpo gozante...

La escritura de "La Guarida" encarna un precario y persevarante intento de indagar en lo humano vulnerable y abisal, en esa (in)humanidad constituyente del prójimo en su calidad enigmática de Cosa (Das Ding), de “sujeto fronterizo en éxodo y exilio” (E. Trías). Dicha meta se pretende alcanzar a través de cierta potencia de revelación propia de mi particular decir estético, de una imaginación poética sobria transida por la humildad, el horror y el asombro…

La Guarida. Texto rizomático”: Intento de sondear el secreto primordial y sin fondo que constituye el acto de “escritura caósmica y oblicua”, en su sentido más fuerte…

Dice el poema en la incandescencia de sus versos finales, como terrible verdad revelada:

«¡Soy la Madriguera feroz que ahora escribe su misterio! // Descuartizo los cuerpos animales que me habitan. / Escupo con furia su tragedia banal y los huesos / de los seres insondables. // Mas no tienes nada que temer, sabandija del exilio. / Sólo cuídate de mi ternura. // ¡Soy la boca ensangrentada de Cristo en la caverna!»

CAZADOR DE AGUA: La Guarida, Texto Rizomático.

Versión en francés de este mismo texto: Espèce de traître...! 


© Armando Almánzar-Botello.
Santo Domingo, República Dominicana.

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