"No todo anti-nacionalismo es por necesidad garantía de auténtica apertura a la pluralidad y al libre juego de lo múltiple, a ese proceso que Antonio Negri, el pensador italiano, denomina en su obra "Imperio", y siguiendo a Gilles Deleuze: el desplazamiento libre, transvernáculo, nómada, de las multitudes en proceso de desterritorialización..." AAB.
Gayatri Chakravorty Spivak
Por Armando Almánzar-Botello
Chakravorty Spivak (1942-), importante filósofa contemporánea feminista de origen indio, representante de los llamados Estudios Culturales Postcoloniales y autora de relevantes obras como "In Other Worlds. Essays in Cultural Politics", "The Post-Colonial Critic", "Selected Subaltern Studies" y "Crítica de la razón poscolonial", entre otros textos no menos importantes, elabora la categoría de "esencialismo estratégico".
En obras como "Estudios Culturales. Reflexiones sobre el multiculturalismo", de Fredric Jameson y Slavoj Zizek, con prólogo de Eduardo Grüner, se trata también el tema de dicho "esencialismo estratégico".
Este constituye una suerte de posicionamiento "desencantado" del sujeto político frente a una configuración, categoría o concepto (en el caso de la Spivak, originalmente la categoría de "Género") que ha perdido su valor ontológico-metafísico, pero cuya defensa política se puede asumir en una cierta coyuntura como resultado de una elección estratégica frente al Poder Imperial y retorcido, que en alianza con oligarquías locales fagocita las libres iniciativas de los pueblos menos poderosos...
Este "esencialismo estratégico" constituye un retoque y una limitación "prudenciales" a los efectos "disolventes" de cierta "deconstrucción" derrideana mal concebida, de cierta "diseminación" y "defundamentación" que pueden conducir, en un determinado campo de fuerzas en tensión, a una suerte de estado entrópico propicio para el triunfo de los poderes monológicos más avasallantes: ¡Los intereses de los Grandes Monopolios cuyas metas lucrativas se alcanzan de espaldas a las reales necesidades de los sectores populares!
No todo anti-nacionalismo es por necesidad garantía de auténtica apertura a la pluralidad y al libre juego de lo múltiple, a ese proceso que Antonio Negri, el pensador italiano, denomina en su obra "Imperio", y siguiendo a Gilles Deleuze: el desplazamiento libre, transvernáculo, nómada, de las multitudes en proceso de desterritorialización...
Hay que contextualizar una cierta lectura de Derrida y Deleuze con lo que atinadamente señala el pensamiento de un Néstor García Canclini, por ejemplo, en obras como "Culturas híbridas", "La globalización imaginada", etc.
No toda defensa de una supuesta "ciudadanía global" garantiza la equidad entre las partes en juego: problemas de ritmos y velocidades de desterritorialización...
No todo antinacionalismo es "progre" y antifascista.
En ocasiones, el decretar la muerte de "lo nacional" en nombre de una "constelación post-nacional" es la coartada por medio de la cual ciertos Poderes Imperiales, Neo-Coloniales y/o Postcoloniales, generan un "sentimiento de culpa" en los sujetos de una determinada cultura, (modulación ideológica de la angustia ligada a un sentido de pertenencia y co-pertenencia), por los vínculos "ontopológicos" (J. Derrida) que puedan sostener dichos sujetos con un territorio específico, definido por estos poderes neo-coloniales como territorialidad arcaica a superar, a "de-construir"...
El poder monológico-avasallante promueve una falsa universalidad que niega lo particular (y en ocasiones, ¡hasta exalta una falsa singularidad, una falsa síntesis disyuntiva de lo múltiple!), para mejor poder capturar, desdibujar y someter las culturas y territorialidades nacionales a la "axiomática global del poder financiero-militar más rígido y opresivo".
Ello se realiza mediante una estrategia de re-territorialización abusiva y selectiva que vive de la doble velocidad de desarrollo, de la defensa hipócrita de los "Derechos Humanos" unilateral y perversamente concebidos, y del cinismo ideológico.
Los primeros en negar la libre "desterritorialización", el libre flujo transfronterizo de las poblaciones desreguladas, son los poderes que con más vigor demagógico promueven la supuesta caducidad de las fronteras en otros contextos ajenos a la clausura autárquica que pretenden establecer en su propio territorio...
Las grandes Metrópolis proponen abrir las compuertas de Sur a Sur, pero de Sur a Norte levantan barricadas y abismos insalvables. ¡Esto se ha dicho hasta las náuseas!
El capital y las mercancías, bajo control de las grandes corporaciones transnacionales, circulan de un modo transvernáculo, libre, desregulado... A pesar, por ejemplo, de las violaciones "tuteladas", apoyadas por los norteamericanos, que hoy realizan las autoridades de Haití a los Acuerdos de Libre Comercio entre nuestro país, República Dominicana, y esa hermana nación con la que compartimos la Isla de Santo Domingo.
No sucede así con los sujetos "subalternos" (categoría de Spivak), con la realidad, en este caso dolorida y sufriente de sus cuerpos...
Aunque de modo proporcional, República Dominicana, por evidentes razones de proximidad geográfica, pero también de flexibilidad solidaria en sus políticas migratorias frente al pueblo de Haití y sus desastres múltiples, ha recepcionado una cantidad de inmigrantes significativamente superior a la que ha recibido, por ejemplo, Estados Unidos de Norteamérica, procedente de su vecino país, México.
Sin perder de vista el derecho internacional, la solidaridad, la generosidad, y sobre todo, la justicia, deseamos comunicar que no creemos en un nacionalismo ontológico, cerrado, negado al diálogo (vieja concepción metafísica felizmente superada), pero sí en un nacionalismo diferencial, dialógico y modal (Haroldo de Campos), ligado a las especificidades concretas de la historia, a la pluralidad y a la multiplicidad irreductible de las lenguas-culturas.
En ese contexto diferencial, de resistencia firme a los poderes monológicos neo-imperiales, oligárquico-transvernáculos y realmente insolidarios, —aquellos que pretenden siempre homogeneizar, en función de los intereses del gran capital, los procesos históricos y las culturas aduciendo cínicamente una supuesta democracia universal de la que dichos poderes no constituyen verdaderos ejemplos—, vendría a operar lo que Chakravorty Spivak concibe como "esencialismo estratégico" en trama polifónica y dialógica.
© Armando Almánzar-Botello.
Santo Domingo, República Dominicana.
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