A. Almánzar-Botello. OMNIPRESENCIA DIFUSA DEL ODIO. ¿Tiene derecho la mujer a violar niños impunemente y a provocar-acosar sexualmente a los hombres?
http://tambordegriot.blogspot.com/2012/01/omnipresencia-difusa-del-odio.html
Por Armando Almánzar-Botello
En muchas ocasiones, los/las psicoanalistas y psicoterapeutas escuchan, interpretan y asisten a una cierta categoría de mujer pseudo-feminista dañada por las tristes experiencias vividas desde su infancia, abrumada por el fracaso continuo –velado sigilosamente–, de sus relaciones con padres, familiares, cónyuges y amigos.
Esa indefensa y compleja mujer neurótica, paradójicamente peligrosa (dañina para sí misma y para los demás, aunque no tanto como resulta serlo el ciego y posesivo macho "arrebatado"), desea imponer con inocencia o descaro su trastorno emocional; aspira a convertir en norma su incapacidad de idealizar, amar y respetar a su compañero real en el contexto de la cotidianidad.
Dislocada por sus vivencias traumáticas, esa mujer pervierte la verdadera equidad de género: sólo desea "lo virtual", lo distante, "el mariposeo", lo "extranjero", lo efímero e imposible... y en el fondo, no se ama verdaderamente ni a sí misma.
Cazadora de infortunios cuyo único autor es el hombre satanizado, ella propone, en nombre de una trivial y mal entendida libertad, su modelo absoluto de mala conducta como vía para acceder al reino vengativo de Las Amazonas.
Intenta casi siempre racionalizar su odio, su minusvalía psico-social, su posición insostenible, intelectual y emocionalmente desaliñada, y se constituye en "bella genio" de la discordia trivial, en desatinada promotora pseudo-conceptual del resentimiento cotidiano entre los géneros.
Defiende a fuego y sangre su derecho "inalienable" a odiar a los hombres de un modo enmascarado, a no desempeñar con responsabilidad el rol que le corresponde, psicológica y moralmente frente a sus hijos (si los tiene); a ser poco solidaria con el cónyuge –si es que tiene un compañero real que la soporte sin que éste se sienta profundamente irrespetado, burlado y traicionado en su condición de ser humano…
Paradójicamente, al orientar su conducta de ese modo, dicha mujer extraviada se constituye en el complemento perfecto del macho violento, energúmeno, perverso, violador y asesino: esa figura masculina espectral y siniestra, entre real y fantaseada, que muchas veces viene acosándola desde el mismo núcleo arcaico intrafamiliar, y que tiende a actualizarse cada vez más como lamentable sujeto masculino en la realidad social de nuestros días.
La mujer "comercializada", beligerante y competitiva, recuperada como pieza de una maquinaria de Mercado profundamente patológica y opresiva, sencillamente pone de manifiesto el triunfo de los aspectos más horrendos del falocratismo capitalista, al que ya sirve también "Ella", en su calidad de pseudo-sujeto de dominio y ciega violencia.
El machismo enfermizo que caracteriza a una injusta historia falocrática, se complementa con una reivindicación, mentidamente feminista y radicalmente desorientada, que refuerza los peores rasgos de dicho machismo en toda su potencia de destrucción y muerte.
No obstante, el hecho de señalar la existencia de este tipo de mujer psicológicamente dañada, no debe hacernos olvidar algo más lamentable todavía: estadísticamente, la mayor violencia doméstica y de género la siguen ejerciendo contra las mujeres los hombres psicológicamente dañados en el contexto perverso de un mercurial capitalismo tardomoderno, andrógino-falocrático.
2011
© Armando Almánzar-Botello.
Santo Domingo, República Dominicana.
ADENDA
A la Misma, que sin ton ni son me dijo un día: “¿Cómo, que no te gusta Don Mario Benedetti?... En fin, ¡eres un monstruo insensible sin verdadero talento! ¡A mí, francamente, quien no me gusta eres tú!”.
TEXTO SENTIMENTAL POBREMENTE RETOCADO.
© Armando Almánzar-Botello.
Santo Domingo, República Dominicana.
Por Armando Almánzar-Botello
"Veterana la Esfinge venerable
también finge./
Finge tan perfectamente
que hasta finge a la que finge
cuando finge que no finge…"
A. Almánzar-Botello. PEZZOIANA. Ortónimo evidente...
http://tambordegriot.blogspot.com/2012/02/pezzoiana-ortonimo-evidente.html
también finge./
Finge tan perfectamente
que hasta finge a la que finge
cuando finge que no finge…"
A. Almánzar-Botello. PEZZOIANA. Ortónimo evidente...
http://tambordegriot.blogspot.com/2012/02/pezzoiana-ortonimo-evidente.html
En muchas ocasiones, los/las psicoanalistas y psicoterapeutas escuchan, interpretan y asisten a una cierta categoría de mujer pseudo-feminista dañada por las tristes experiencias vividas desde su infancia, abrumada por el fracaso continuo –velado sigilosamente–, de sus relaciones con padres, familiares, cónyuges y amigos.
Esa indefensa y compleja mujer neurótica, paradójicamente peligrosa (dañina para sí misma y para los demás, aunque no tanto como resulta serlo el ciego y posesivo macho "arrebatado"), desea imponer con inocencia o descaro su trastorno emocional; aspira a convertir en norma su incapacidad de idealizar, amar y respetar a su compañero real en el contexto de la cotidianidad.
Dislocada por sus vivencias traumáticas, esa mujer pervierte la verdadera equidad de género: sólo desea "lo virtual", lo distante, "el mariposeo", lo "extranjero", lo efímero e imposible... y en el fondo, no se ama verdaderamente ni a sí misma.
Cazadora de infortunios cuyo único autor es el hombre satanizado, ella propone, en nombre de una trivial y mal entendida libertad, su modelo absoluto de mala conducta como vía para acceder al reino vengativo de Las Amazonas.
Intenta casi siempre racionalizar su odio, su minusvalía psico-social, su posición insostenible, intelectual y emocionalmente desaliñada, y se constituye en "bella genio" de la discordia trivial, en desatinada promotora pseudo-conceptual del resentimiento cotidiano entre los géneros.
Defiende a fuego y sangre su derecho "inalienable" a odiar a los hombres de un modo enmascarado, a no desempeñar con responsabilidad el rol que le corresponde, psicológica y moralmente frente a sus hijos (si los tiene); a ser poco solidaria con el cónyuge –si es que tiene un compañero real que la soporte sin que éste se sienta profundamente irrespetado, burlado y traicionado en su condición de ser humano…
Paradójicamente, al orientar su conducta de ese modo, dicha mujer extraviada se constituye en el complemento perfecto del macho violento, energúmeno, perverso, violador y asesino: esa figura masculina espectral y siniestra, entre real y fantaseada, que muchas veces viene acosándola desde el mismo núcleo arcaico intrafamiliar, y que tiende a actualizarse cada vez más como lamentable sujeto masculino en la realidad social de nuestros días.
La mujer "comercializada", beligerante y competitiva, recuperada como pieza de una maquinaria de Mercado profundamente patológica y opresiva, sencillamente pone de manifiesto el triunfo de los aspectos más horrendos del falocratismo capitalista, al que ya sirve también "Ella", en su calidad de pseudo-sujeto de dominio y ciega violencia.
El machismo enfermizo que caracteriza a una injusta historia falocrática, se complementa con una reivindicación, mentidamente feminista y radicalmente desorientada, que refuerza los peores rasgos de dicho machismo en toda su potencia de destrucción y muerte.
No obstante, el hecho de señalar la existencia de este tipo de mujer psicológicamente dañada, no debe hacernos olvidar algo más lamentable todavía: estadísticamente, la mayor violencia doméstica y de género la siguen ejerciendo contra las mujeres los hombres psicológicamente dañados en el contexto perverso de un mercurial capitalismo tardomoderno, andrógino-falocrático.
2011
© Armando Almánzar-Botello.
Santo Domingo, República Dominicana.
ADENDA
A la Misma, que sin ton ni son me dijo un día: “¿Cómo, que no te gusta Don Mario Benedetti?... En fin, ¡eres un monstruo insensible sin verdadero talento! ¡A mí, francamente, quien no me gusta eres tú!”.
Por Armando Almánzar-Botello
¡Buenos días, bello eterno vacío, deslumbrante y sosegado derroche de la Rosa; buenos días!
Un beso in memoriam para ti, intenso como la descarga eléctrica del gimnoto, como quien traza la prosodia de un derrumbe; una línea catastrófica de dispersión y exilio hacia tu boca de mujer que no deseo ya besar, pero relumbra cada día en el olvido.
Mi palabra es Minotauro hacia tu vulva-laberinto. Sinuosa fluye su misterio —fonemas del abismo asordinado—, por la desnudez convexa de tu remoto espejo. Mentido cuerpo imaginario con su juventud cosmética... Belleza delusoria de la carne: resplandores de algo nómada y obscuro...
Todo bien por estos Lares, bella frágil porcelana… Ahora, justo en este mismo instante, degusto la maravilla y la plétora de Ser al modo intenso, paradójico, en el acto sereno de vivir y beber mi té de tilo, limpiamente acompañado, saboreando yo también mi trocito sutil de magdalena...
Todo bien, todo bien por este mi altivo señorío, Doña Bella... ¡Ja! Aunque acuso siempre recibo del impacto terrible de nada que me produce el insulso poema de tu ausencia...
¡Es tu gozo tuyo de ti! —sí, la vida, lo sé y lo comprendo, la vida—, pero nada, nada, nada, ni la Fama con sus alas doradas extendidas sobre la fatalidad febril del mundo y su Estulticia Grande (Democracia Fraternal de los Imbéciles), para mí autoriza bajo el astro rey la terrible alevosía poética QUE DULCEMENTE, OTRAS VECES CON VIOLENCIA, nos ofrece aquel don Mario de ricas letras “talabarteras” y heráldicas...
"Cuando oigo la palabra cultura, desenfundo mi pistola"... decía Hermann Göring, el gran Mariscal de Hitler.
A mí, en cambio, cuando escucho las palabras "Benedetti" o "Evangelio", se me enfría y desgonza la pistola del amor y se me torna la lengua un ramo de culebras, o lo que es peor (¿mejor quizá?) un ramo de rosas plásticas, y si orgánicas: transgénicas, “inmortales” e inodoras...
Involuntarios trucos de mi vieja muerte: ¡oh, pulcra porcelana!
Disculpa, mi antiguo amor, pero DETEXTO a Benedetti... Aunque cierta gentuza por ahí anda creyendo que don Mario es, como quien dice...¡LA VERDADERA POESÍA!...
¡Vamos!, ¡comprendemééé! (como decimos nosotros los nobles madrileños de genealogía bastarda), me refiero tan sólo a ciertos
burdos textos paleo-marxianos y a ciertos "dinosaurios" del nihilismo más tullido en su "exitoso éxodo" político, comercial y metaliterario; a unos cuantos comensales, pseudo-vanguardistas, del banquete poético norte-hispano-americano y el “fast food delivery” postmoderno, cuando simulan devorar la infinitud potencial del poema, y padecer en la médula el dolor irreparable de los exilios y los "incilios".
¡Pero no!, nada de prejuicios contra los venerables, verdaderos, grandes y dignos extrasiderales de la Revolución… ¡Jamás!
No obstante, prefiero una y mil veces (yo, un simple ciudadano en ejercicio de plena democracia estética, rota) a cinco escritores uruguayos: Isidore Ducasse, Conde de Lautréamont, Julio Herrera y Reissig, Juan Carlos Onetti, Rafael Courtoisie y Roberto Echavarren... ¡Así vibra mi pobre y herida sensibilidad descompuesta!
Hasta Octavio Paz un día me reconoció razón, a priori, cuando le concedió un importante premio al “joven poeta” Rafael Courtoisie —Lo conozco, estuvo aquí en el país... él en persona y su gran poesía...
El excelente poeta Echavarren también estuvo en Santo Domingo para la misma fecha, hará unos pocos años. Cenamos todos juntos, con otros cardinales poetas vernáculos… También se encontraba el gran bardo peruano Rodolfo Hinostroza. ¡Gran momento para la Historia Sentimental de la Poesía Dominicana!…
De Lautréamont y Juan Carlos Onetti, sagrado binomio heterofónico, sólo me entero cuando Satán me habla por las noches, para increparme…
Y volviendo a lo nuestro, es decir, a lo norteamericano, te digo una vez más, mi viejo amor: Para la mirada lúcida y los gustos cultivados se hicieron los vibrantes colores invisibles.
Maravilla discreta en los intersticios del mundo real. Resplandor de un abandono sangrado pausadamente, revelado ahora en mi té de tilo humeante, pensativo... Hay colores palpables con los labios... bebibles, olfateables... Disculpa que me cite:
“El Cuerpo Intensivo no es más que el Cuerpo sin Órganos, entendido como campo descentrado de manifestación de una única onda o sensación que recorre la multiplicidad de registros o dominios sensoriales y se expresa en ellos de una forma plural.
La fenomenología habla, diferenciadamente, de un "desorden de los sentidos" basado en una mezcla de dominios sensoriales distintos, pero totalizados al final del proceso en una unidad sinestésica de las sensaciones.”…
¡Pero no!...
Lo mío es todo lo contrario de tu "todo lo contrario": un té de tilo con la Otra por siempre "indestruida", sorbido en el sosiego y sabiamente argumentado...
¡Adiós!
Un beso in memoriam para ti, intenso como la descarga eléctrica del gimnoto, como quien traza la prosodia de un derrumbe; una línea catastrófica de dispersión y exilio hacia tu boca de mujer que no deseo ya besar, pero relumbra cada día en el olvido.
Mi palabra es Minotauro hacia tu vulva-laberinto. Sinuosa fluye su misterio —fonemas del abismo asordinado—, por la desnudez convexa de tu remoto espejo. Mentido cuerpo imaginario con su juventud cosmética... Belleza delusoria de la carne: resplandores de algo nómada y obscuro...
Todo bien por estos Lares, bella frágil porcelana… Ahora, justo en este mismo instante, degusto la maravilla y la plétora de Ser al modo intenso, paradójico, en el acto sereno de vivir y beber mi té de tilo, limpiamente acompañado, saboreando yo también mi trocito sutil de magdalena...
Todo bien, todo bien por este mi altivo señorío, Doña Bella... ¡Ja! Aunque acuso siempre recibo del impacto terrible de nada que me produce el insulso poema de tu ausencia...
¡Es tu gozo tuyo de ti! —sí, la vida, lo sé y lo comprendo, la vida—, pero nada, nada, nada, ni la Fama con sus alas doradas extendidas sobre la fatalidad febril del mundo y su Estulticia Grande (Democracia Fraternal de los Imbéciles), para mí autoriza bajo el astro rey la terrible alevosía poética QUE DULCEMENTE, OTRAS VECES CON VIOLENCIA, nos ofrece aquel don Mario de ricas letras “talabarteras” y heráldicas...
"Cuando oigo la palabra cultura, desenfundo mi pistola"... decía Hermann Göring, el gran Mariscal de Hitler.
A mí, en cambio, cuando escucho las palabras "Benedetti" o "Evangelio", se me enfría y desgonza la pistola del amor y se me torna la lengua un ramo de culebras, o lo que es peor (¿mejor quizá?) un ramo de rosas plásticas, y si orgánicas: transgénicas, “inmortales” e inodoras...
Involuntarios trucos de mi vieja muerte: ¡oh, pulcra porcelana!
Disculpa, mi antiguo amor, pero DETEXTO a Benedetti... Aunque cierta gentuza por ahí anda creyendo que don Mario es, como quien dice...¡LA VERDADERA POESÍA!...
¡Vamos!, ¡comprendemééé! (como decimos nosotros los nobles madrileños de genealogía bastarda), me refiero tan sólo a ciertos
burdos textos paleo-marxianos y a ciertos "dinosaurios" del nihilismo más tullido en su "exitoso éxodo" político, comercial y metaliterario; a unos cuantos comensales, pseudo-vanguardistas, del banquete poético norte-hispano-americano y el “fast food delivery” postmoderno, cuando simulan devorar la infinitud potencial del poema, y padecer en la médula el dolor irreparable de los exilios y los "incilios".
¡Pero no!, nada de prejuicios contra los venerables, verdaderos, grandes y dignos extrasiderales de la Revolución… ¡Jamás!
No obstante, prefiero una y mil veces (yo, un simple ciudadano en ejercicio de plena democracia estética, rota) a cinco escritores uruguayos: Isidore Ducasse, Conde de Lautréamont, Julio Herrera y Reissig, Juan Carlos Onetti, Rafael Courtoisie y Roberto Echavarren... ¡Así vibra mi pobre y herida sensibilidad descompuesta!
Hasta Octavio Paz un día me reconoció razón, a priori, cuando le concedió un importante premio al “joven poeta” Rafael Courtoisie —Lo conozco, estuvo aquí en el país... él en persona y su gran poesía...
El excelente poeta Echavarren también estuvo en Santo Domingo para la misma fecha, hará unos pocos años. Cenamos todos juntos, con otros cardinales poetas vernáculos… También se encontraba el gran bardo peruano Rodolfo Hinostroza. ¡Gran momento para la Historia Sentimental de la Poesía Dominicana!…
De Lautréamont y Juan Carlos Onetti, sagrado binomio heterofónico, sólo me entero cuando Satán me habla por las noches, para increparme…
Y volviendo a lo nuestro, es decir, a lo norteamericano, te digo una vez más, mi viejo amor: Para la mirada lúcida y los gustos cultivados se hicieron los vibrantes colores invisibles.
Maravilla discreta en los intersticios del mundo real. Resplandor de un abandono sangrado pausadamente, revelado ahora en mi té de tilo humeante, pensativo... Hay colores palpables con los labios... bebibles, olfateables... Disculpa que me cite:
“El Cuerpo Intensivo no es más que el Cuerpo sin Órganos, entendido como campo descentrado de manifestación de una única onda o sensación que recorre la multiplicidad de registros o dominios sensoriales y se expresa en ellos de una forma plural.
La fenomenología habla, diferenciadamente, de un "desorden de los sentidos" basado en una mezcla de dominios sensoriales distintos, pero totalizados al final del proceso en una unidad sinestésica de las sensaciones.”…
¡Pero no!...
Lo mío es todo lo contrario de tu "todo lo contrario": un té de tilo con la Otra por siempre "indestruida", sorbido en el sosiego y sabiamente argumentado...
¡Adiós!
2010
TEXTO SENTIMENTAL POBREMENTE RETOCADO.
© Armando Almánzar-Botello.
Santo Domingo, República Dominicana.
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